Tres anuncios de chicles

Estoy leyendo un libro de Julio Camba (¡gracias, ND!), y ayer leía un artículo suyo que debe de ser de principios de siglo (XX, se entiende) en el que se asombra por la cantidad de chicle que se come en EEUU. Nos da el dato de que se consumía chicle por valor de 30 millones de dólares, y lo comparaba con todo el consumo de comida en España y era más o menos la misma cifra. Por curiosidad, he buscado por internet a ver si encontraba el dato para poder hacer una comparación actual, pero me he aburrido muy rápido y lo he dejado. Para no mentir, les diré que realmente he dedicado 7 minutos a la tontería.

Pero ya que están aquí, y para que no se vayan con las manos vacías, les dejo con tres anuncios sobre chicles. Y de paso, pruebo las encuestas de WordPress, que es una cosa que no he hecho nunca (y que por lo que veo en otros blogs, es algo en lo que no participa casi nadie…). Ah, si no les funciona, no se alarmen. Y si sé cómo hacerlo, les daré los resultados.

PS: Pueden hacer respuestas múltiples

Anuncio 1:

Anuncio 2

Anuncio 3

Interpretar un anuncio

… Se trata de un anuncio de la temporada 1985-1986 que ganó el premio clio y que todavía se emite de forma ocasional. Es ese anuncio de Pepsi donde una furgoneta de Pepsi…

…luego la cámara retrocede a un plano aéreo de la multitud y se oye el slogan de la campaña entonado con voz inexpresiva: «Pepsi: lo que elige la nueva generación».Un anuncio verdaderamente asombroso. Pero ¿Hace falta señalar… que el slogan final es irónico? En este anuncio hay tanta posibilidad de «elegir» como en el experimento con el timbre de Pavlov. El uso de la palabra «elegir» aquí es puro humor negro… «…el anuncio no encomia la Pepsi per se, sino que la recomienda dejando implícito que se ha engatusado a mucha gente para que la compre. En otras palabras, el mensaje de este exitoso anuncio es que Pepsi se ha anunciado con éxito»…

…En contraste con los anuncios obvios que te dicen «Compra esto», el anuncio de Pepsi emplea la parodia… Este anuncio logra al mismo tiempo burlarse de sí mismo, de Pepsi, de la publicidad, de los publicistas y de la gran masa de espectadores y consumidores de Estados Unidos. De hecho, el anuncio lleva a cabo una alabanza completamente servil de una sola persona: el espectador solitario… que incluso con un cerebro modesto no puede evitar discernir la contradicción irónica entre la invitación a «elegir» del eslogan (sonido) y la orgía pavloviana que rodea la furgoneta (imagen). El anuncio invita a [el espectador] a «ver a través» de la manipulación de que es objeto la horda rabiosa de la playa…Invita a [el espectador] a una broma privada en la que el público es el blanco. Felicita a [el espectador]  por trascender a la misma multitud que lo define. Y multitud enteras de gente como [el espectador]  respondieron: el anuncio elevó la cuota de mercado de pepsi durante tres trimestres…»

David Foster Wallace, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer

Y ahora yo no sé si decir que jolines con la publicidad o jolines con algunos intérpretes… Pero, en fin, a mí me da igual: yo soy más de Coca-cola.

Mi librería preferida

liberespacioTengo yo una buena amiga que hace unos años, ya en plena crisis (y es que llevamos 5 años de crisis) dejó el calor de una empresa grande en la que tenía un puesto estable y de primer nivel para cumplir un sueño. Así, con un par. Después de un año planificándolo – pues menuda es -, allá por el otoño de 2010 abrió la que para mí es la tienda más bonita de todo Madrid: una librería infantil.  O mejor dicho, especializada en libro infantil y juvenil. Y digo especializada porque también vende un fondo de libros muy escogido y de novedades para adultos, que no están los tiempos para dejar pasar clientes. Y por si fueran pocos los que le encargo, siempre me tienta salir de allí con dos o tres libros impulsivos y curiosidades diversas que están abarrotando mi casa… Pero lo interesante son los libros que tiene para niños. Son ediciones muy cuidadas, libros curiosos que están enfocados a despertar la curiosidad y el cariño de los niños por los libros. Cuentos con preciosas ilustraciones, con popups, guardados en bonitas cajas, libros que contienen puzzles, o troquelados, o… lo que se quiera. Recuerdo uno enorme que se abría y salía un esqueleto: por lo visto es para que las criaturas aprendan los huesos del cuerpo. Aterrador. Pero, en fin, que puede uno pasarse las tardes muertas mirando y mirando y mirando…

En la librería tiene también preciosos juguetes de los que no salen en la tele, ni falta que le hace a la gente con buen gusto. Y de eso siempre acabo comprando, pero para mí. Un coche de carreras en madera amarilla, una seta con gomas, una pizarrilla, una peonza que se da la vuelta, una cajita de música con mango…  Mis sobrinos ya están mayores para esas cosas, pero si no, les caería un saco de cacharros cada mes, que es más o menos la cadencia con la que voy a verla.

A lo que no voy nunca es a sus «performances», que ella llama Actividades con más criterio y rigor, porque cuando habla de sus niños se pone muy seria y no admite demasiadas bromas. En una sala que tiene en la planta de abajo, cuentan cuentos a los niños, o hacen pasteles, o aprenden música, o juegan con plastilinas, o pintan cuadros o acuarelas, o va un autor a presentar su libro, o lleva a un mago, o cualquier cosa, que la verdad que cuando me habla de todas esas actividades se me evade la atención.  Me contaba ayer que este mes va a hacer un taller para jóvenes escritores pero tampoco es muy para mí: es para niños entre 9 y 12 años, yo no soy tan joven… Mi crítica es que a esas edades sólo se pueden escribir faltas de ortografía y cosas raras, pero, quién sabe, lo mismo un futuro Cervantes se aficiona allí.

Sí, este es un post publicitario. No os ofrezco un descuento porque no tengo su permiso, pero si vais de mi parte y me mencionáis, lo mismo me invita a una caña luego. Bueno, lo cierto es que Zaida (la titular del invento) siempre me acaba invitando a una caña: entre eso y el descuento que me hace por los libros, creo que soy la cliente menos rentable que tiene… Así es que pasaros si estáis cerca, y echad un vistazo. Os va a encantar.

Liberespacio logomapa liberespacioLiberespacio,

C/ Joaquín María López, 25 –>

Os dejo algunas fotos:

Liberespacio-unmundoparacur

liberespacio-2-unmundoparac

liberespacio-3-unmundoparac

Un anuncio encantador

Con la Navidad, se multiplican los anuncios de colonias, perfumes y fragancias. A menudo se trata de una simple música y un chico guapo medio en bolas. O una chica guapa, también medio en bolas.

Pero a veces, se encuentran estas joyas. El anuncio es fresco y sofisticado, alegre y elegante, evocador y algo onírico, original y muy class. Un anuncio encantador.

Spam guarrindongo

Yo estoy muy mal acostumbrada. Trabajo en una compañía que es más o menos como Fort Knox en materia de seguridad informática y por otra parte tengo un correo personal bastante competente para esto de la guarrería (luego tengo otras dos direcciones que dejan algo más que desear, pero que vivo con mucha paciencia). Este blog también controla bastante bien el spam, o eso me parece a mí, que tiendo a ver siempre con buenos ojos mis inversiones…

Pero a pesar de todo, algo se filtra: aquellos comentarios que el sistema considera dudosos los deja en una bandeja especial por si acaso yo veo que no es spam y quiero autorizarlos. Y no, no. No son para autorizar. Y si no, juzguen vds mismos las cositas que me puedo encontrar:

– Gucci Bag Outlet me escribe desde una web que se llama luxury brand bags list para decirme que La noche de los Tiempos (libro ambientado en la guerra civil española) is a nice post… Sólo espero que no me propongan corbatas de Hermès si hablo de cómo cocinar misioneros en una olla, que todo puede ser.

– Un tal Aoelar Consulting Group me dice que “You actually make it seem so easy … It seems too complex and very wide for me… I’m looking ahead in your subsequent post… I will attempt to get the hold of it!» . Vaya. Si no me hubiera entrado en la bandeja de spam me hubiera dejado perpleja: un «consulting group» que te contesta en inglés al post que se llama Un par de huevos y que trataba del cojón que le falta a uno de los leones del Congreso…

– Fruta Planta Reduce Weigh me dice, en el post Instrucciones (que si lo recuerdan hablaba sobre un lápiz para el ipad), lo siguiente (se lo voy a traducir/resumir, porque no tiene desperdicio): “Gracias por su artículo. Mi socio y yo continuamente vemos que hay gente que necesita perder peso porque quieren verse más delgados y atractivos. Sin embargo, no se dan cuenta de que, además, eso tiene muchos más beneficios…». Y a continuación pasan a contarme todas las enfermedades que puedo contraer si no pierdo peso de inmediato. Algo que se llama Pey yu gou capsule (que manda narices) me escribe en el mismo sentido en otro post, por lo que voy a solicitar formalmente a WordPress que programe otra bandejita donde se queden anidados los comentarios faltones y groseros que se refieren a mi muy querida e íntima lorza.

– Un hilo de denuncias de cualquier paginucha de tres al cuarto toma prestado el nombre de Banco Banamex, banco respetabilísimo donde los haya, para que me digan esto: “Estaba buscando informacion para un proyecto de la escuela relacionado a prestamos y llegue aqui.
Me ahorro mucho trabajo”. Y yo me digo que todo lo que sea ayudar a los demás me puede interesar para el juicio final, aunque me temo lo peor cuando veo que el comentario viene del post “Avispas”, en el que contaba una interesante manera de matarlas una por una…

– udgbsttaaapft, me escribe desde biyupftdaauupg. Y le responde a uno de vds, en el post ¿Tiempo libre?, lo siguiente: “aT8u6I  (urljaht  tgbkshfntknc dot com) /]sajhgaag[/url], [link =  /jqcgdyhknxif.com /]sfjjs[/link)” (He manipulado un poco el texto para no hacerles correr riesgos de entrar en lo que sin duda es una página de lo más cerda, cutre y llena de bichos…). Díganme en serio si debo dejar pasar eso y dejarles que les respondan estos barbarismos impronunciables.

En fin, todo así. Aunque la palma se la lleva uno que me he encontrado en el post de titulo El abuelo fue picador, y que dice lo siguiente: “viagra: what color is the viagra pill? buy generic viagra without prescription. Viagra from China”.

Que tengan un buen fin de semana (yo creo que, después de este post, tendré que comprar el antispam upgrade de WP).

 

PS: Mi amiga T, asidua lectora de este blog, me ha dado la idea del post esta mañana cuando me ha escrito  un Whatsapp para decirme que mi blog no le publicaba comentarios, que es la manera fina de avisarme de que he roto algo. Aparentemente no había ninguna avería, salvo que, por alguna extraña razón, su comentario se había alojado en la bandeja de spam, algo que no es la primera vez que me pasa. En nombre de los duendes de la informática, le pido disculpas y de paso le doy las gracias por la inspiración. Y por hacerme, como siempre, un comentario de lo más sensato y ponderado, que, por supuesto, he liberado de tan infame compañía.

Contenidos

Alex estaba sentado enfrente de mí, esperando la llamada de la puerta de embarque. Yo revisaba unos papeles mientras él hojeaba el Madame Air France, que viene a ser como un Telva que te dan gratis en los aeropuertos franceses y en los aviones de Air France.

Movía las hojas buscando alguna verdad, llevaba la lectura hacia delante y hacia atrás con cierto nerviosismo. Yo ya conocía bien esa actitud y ese gesto: no buscaba nada en concreto, pero quería encontrar algo. Y estaba a punto de desconcertarme…

De verdad que no lo entiendo. Lees una revista de hombres y salen tías en sujetador. Y lees una revista de tías y sigues viendo tías en sujetador. ¡No lo entiendo! Si a los tíos les gustan las tías en sujetador, entonces las revistas de tías deberían sacar a tíos medio desnudos, y si a las tías les gusta ver la ropa interior que van a llevar, entonces los hombres tendrán interés en ver anuncios de camisetas y calzoncillos. Ese es el buen razonamiento. Pero no: siempre, al final, lo único que ves son tías. Yo no entiendo el mundo editorial.

Sonó una voz femenina, salvadora: «Votre attention, s’il vous plaît. Le vol 2100 à destination Madrid...» Guardé mis papeles y busqué con la mirada la puerta de embarque.

– ¿ Vamos?

Una publicidad nada sencilla

Les supongo hartos de mí y de mis post tan largos. Vamos a desengrasar con algo que me envía un buen amigo que siempre me inspira algo positivo. Una publicidad útil, inteligente y emocionante. Y en apariencia sencilla, que es, siempre, lo menos sencillo de crear.

Gracias, G.

Loewe

Vaya un lio que se ha organizado con el nuevo anuncio de Loewe. Yo todavía me pregunto por qué. Para que tengan una idea precisa del anuncio, y por si aun no lo han visto, les enlazo el vídeo para que puedan verlo.

El anuncio ha sido Trending Topic durante todo el día en Twitter, y esto significa que habrá millones de tuits y de comentarios de 140 caracteres sobre el tema. Por lo que he podido ver, las críticas se centraban en dos aspectos: A) Los actores dicen imbecilidades y no representan a la juventud actual, con la derivada de que si los de Loewe creen que representan a la juventud actual, los imbéciles son los de Loewe; y B) Cómo es posible que, con la crisis que hay, una empresa anuncie bolsos de 600 euros. ¡Me encantan estas cosas!

Loewe es una marca de lujo, efectivamente, y venden bolsos que cuestan 600 euros. Cuidado con su corazón porque les voy a dar un disgusto: también tienen bolsos de 1.500 €,  venden recambios de agenda por 150 euros,  y pañuelos de 300 euros. Es cierto, hacen eso. ¿Y? ¿Cuál es el problema, exactamente? ¿Que no se lo pueden permitir? Claro, amigos, por eso es una marca de lujo. Si todos nos lo pudiéramos permitir, entonces no sería Loewe, sino Pieles Mariloli, Sedas López, y Bolsos Maricarmen. Ah, ¿ que el problema es que hay ricos podridos que lo compran? Bueno, pues matémoslos por ricos podridos y a la hoguera con Loewe. Pero piénsenlo un momentito antes de dictar sentencia, porque si acabamos con Loewe ¿Qué van a comprar vds en los mercadillos de bragas? O peor ¿A qué van a dedicar la mañana que han dejado libre para pasear por Chinatown en Nueva York? Incluso ¿Cómo decirle al vecino, que se fue de vacaciones a Bangkok, que ya no quieren la maleta de imitación que le encargaron? En fin, si les molesta mucho la publicidad de Loewe, siempre pueden llevar una imitación de Hermès o de Louis Vuitton, que no están nada vistas y son muy originales. Ahora que lo pienso, es una pena que no haya mercadillos de coches en donde se puedan comprar Cayennes de imitación. Negros.

Vayamos a la publicidad. Ciertamente, no representan a la juventud. Desde luego, la juventud está mucho mejor representada en cualquier anuncio de la tele, en donde sale gente de lo más normal. Yo no sé vds, pero en mi oficina veo modelos cada día, y tengo que ponerme gafas de sol para no cegarme con el brillo y la blancura de los dientes de todos los pibones que me rodean. Yo misma, cuando me levanto por las mañanas, me miro en el espejo y me encuentro con un aspecto fresquísimo, y no sólo porque llevo un salto de cama perfectamente planchado, y porque un rayo de tibio sol entra por la ventana. Cojo el coche y, además de limpio reluciente, suena una musica genial, yo voy feliz conduciendo sola siempre por carreteras con unos paisajes que ríete tú de Nueva Zelanda. En mi oficina hacemos cada día asambleas con los clientes y en el supermercado, las cajeras tienen un aire a Cindy Crawford que lo flipas. Luego hay cosas que no debería contar, pero en mi cuarto de baño hay tal cantidad de roña que tengo que echar Cillit Bang a cubos, por no hablarles de mis hemorroides, que sufro en silencio, aunque podría salir en Prime Time a contárselo al mundo…

No llamen tontos a los creativos, por favor. La publicidad sirve para fijar la vista en una marca, crear notoriedad y transmitir valores, en este caso, el lujo, la sofisticación y, por qué no, la superficialidad y algo de tontería. Yo encuentro que Tamara Preysler se verá perfectamente representada. Puede que en el mundo 2.0 hayan dictado sentencia, pero en el mundo 1.0, habrá quien pague 80 euros por una imitación de un monederito en un mercadillo de bragas. ¡Arriba pestañas!

Una preciosidad

Para ser sábado, os propongo que nos relajemos un poco. Os voy a poner este enlace que he robado en Twitter a mi amigo Alfonso N. De paso le agradezco que tenga tan buen gusto al encontrar estas pequeñas grandes maravillas y que las comparta.


(If you thought a city is defined by its people, by its skyline, by its architecture, by its love for sport or its heritage, or its food, or even its Nobel laureats and its festivals, you’re right. Let Calcutta surprise you)

¿Playa o montaña?

No sé si recordarán vds un anuncio de hace algunos años en el que dos chicas hablaban entre ellas sobre qué camino tomar. «¿A la playa o a la montaña?» preguntaba una, y la otra contestaba: «a la montaña, que voy sin depilar«. La primera sacaba entonces un botecito de crema depilatoria y solucionado el problema: ¡a la playa!. Esto tiene poco que ver con lo que les voy a contar, pero yo he preferido ponerles los anuncios antes de la película.

Hasta hace tres años, iba a la montaña en Enero. A esquiar. Depilada, natürlich. Yo empecé a esquiar tarde, con 25 ó 26 años. La parte deportiva siempre fue secundaria, y aunque no esquío mal, para mí el esquí sólo ha sido una excusa para viajar en invierno con mis amigos. Tomé muchas clases, porque en el asunto estricto de deslizarme por las pistas, sólo me interesan tres cosas: cansarme lo justo, evitar las agujetas y no caerme. Y para eso hay que saber esquiar, especialmente si vas con gente que lo hace de maravilla. Lo de no caerme no era tanto por temor a romperme la crisma como por la pereza infinita que me dan esas bofetadas acuáticas que te dejan nieve hasta justo ahí donde están pensando. Y les puedo asegurar que sé de lo que hablo.

Recuerdo mi primer rebozado. Mi amiga Inés me había disfrazado de esquiadora-estupenda para subir con ella a La Pinilla, en mi primer día de esquí. Una vez en el Gran Plato, me ayudó a ponerme los esquís. Y a continuación me empujó y me tiró al suelo: «Eso es para que aprendas a levantarte con los esquís puestos.» Aquel día me cansé, tuve agujetas y me levanté del suelo muchas veces. Y como no me gustó nada, pensé que si tenía que soportar aquella atrocidad varias veces en invierno sería mejor prepararse.

Del esquí lo que a mí me gusta es el «après». La cervecita, la siestecita, la merienda, las cartas, la cenita, las copitas. En cuanto a subir en un remonte para luego tener que bajar esquiando, qué quieren que les diga: uno sube si tiene algo que hacer arriba, pero nunca le encontré del todo la gracia a subir sin tener que hacer arriba otra cosa más que bajar después sufriendo. Y es que las bajadas están llenas de peligros: el niño que se te cruza, la placa que te encuentras, la bañera que no puedes evitar («et qu’il faut avaler«), la piedrecita que te deja clavada, la curva que no ves por la niebla… Así es que para la jornada he ido acumulando mi propia lista de exigencias. Me pueden encontrar esquiando los días de sol y buena nieve, pero esos días perros de frío, viento, niebla, hielo, colas… de esos me he tragado alguno y he perdonado muchos. No es que sea sibarita, es que soy poco sufrida y en el Pirineo hay mucho románico que ver.

Hace tres años, en un viaje a Sierra Nevada de cinco días de los que esquié uno, y tras comprobar que puedo describir la Alhambra mejor que el salón de mi casa, según firmaba la factura del hotel me acordé de un buen amigo que me aconsejó irme a la playa en enero. Total, me dijo, tú siempre vas depilada.

Y ahora, les dejo de nuevo con los anuncios.