Tengo yo una buena amiga que hace unos años, ya en plena crisis (y es que llevamos 5 años de crisis) dejó el calor de una empresa grande en la que tenía un puesto estable y de primer nivel para cumplir un sueño. Así, con un par. Después de un año planificándolo – pues menuda es -, allá por el otoño de 2010 abrió la que para mí es la tienda más bonita de todo Madrid: una librería infantil. O mejor dicho, especializada en libro infantil y juvenil. Y digo especializada porque también vende un fondo de libros muy escogido y de novedades para adultos, que no están los tiempos para dejar pasar clientes. Y por si fueran pocos los que le encargo, siempre me tienta salir de allí con dos o tres libros impulsivos y curiosidades diversas que están abarrotando mi casa… Pero lo interesante son los libros que tiene para niños. Son ediciones muy cuidadas, libros curiosos que están enfocados a despertar la curiosidad y el cariño de los niños por los libros. Cuentos con preciosas ilustraciones, con popups, guardados en bonitas cajas, libros que contienen puzzles, o troquelados, o… lo que se quiera. Recuerdo uno enorme que se abría y salía un esqueleto: por lo visto es para que las criaturas aprendan los huesos del cuerpo. Aterrador. Pero, en fin, que puede uno pasarse las tardes muertas mirando y mirando y mirando…
En la librería tiene también preciosos juguetes de los que no salen en la tele, ni falta que le hace a la gente con buen gusto. Y de eso siempre acabo comprando, pero para mí. Un coche de carreras en madera amarilla, una seta con gomas, una pizarrilla, una peonza que se da la vuelta, una cajita de música con mango… Mis sobrinos ya están mayores para esas cosas, pero si no, les caería un saco de cacharros cada mes, que es más o menos la cadencia con la que voy a verla.
A lo que no voy nunca es a sus «performances», que ella llama Actividades con más criterio y rigor, porque cuando habla de sus niños se pone muy seria y no admite demasiadas bromas. En una sala que tiene en la planta de abajo, cuentan cuentos a los niños, o hacen pasteles, o aprenden música, o juegan con plastilinas, o pintan cuadros o acuarelas, o va un autor a presentar su libro, o lleva a un mago, o cualquier cosa, que la verdad que cuando me habla de todas esas actividades se me evade la atención. Me contaba ayer que este mes va a hacer un taller para jóvenes escritores pero tampoco es muy para mí: es para niños entre 9 y 12 años, yo no soy tan joven… Mi crítica es que a esas edades sólo se pueden escribir faltas de ortografía y cosas raras, pero, quién sabe, lo mismo un futuro Cervantes se aficiona allí.
Sí, este es un post publicitario. No os ofrezco un descuento porque no tengo su permiso, pero si vais de mi parte y me mencionáis, lo mismo me invita a una caña luego. Bueno, lo cierto es que Zaida (la titular del invento) siempre me acaba invitando a una caña: entre eso y el descuento que me hace por los libros, creo que soy la cliente menos rentable que tiene… Así es que pasaros si estáis cerca, y echad un vistazo. Os va a encantar.
C/ Joaquín María López, 25 –>
Os dejo algunas fotos:
Me encanta la librería y no me pilla lejos…mola.
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Seguro que consumes si vas. Ya te lo digo yo.
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A mí me pilla lejísimos pero tiene TAN buena pinta que habrá que pasarse
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Pues sí, que el año tiene muchos días.
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…me ha recordado «aquella librería de la esquina» … ¿sabes la película? … sospecho que tu amiga sí.
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Sí, conozco la película. Pues es muy de barrio la librería, y no creo que le abran una «Fnac» por ahí.
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Está en mi antiguo barrio, de cuando era estudiante. Tiene muy buena pinta, desde luego, y me la apunto por si algún día estamos por ahí cerca con los niños. Gracias por la recomendación, aunque te muevan impulsos tan poco altruistas como que te inviten a una caña! ;-.)
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Oye, una caña es una caña!
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Vaya, ya ni emoticonos… 😉
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Se me ha adelantado tomae. Tu amiga reúne varios requisitos para formar parte, no sé si como elemento principal o como excusa para desarrollar la trama, de una película.
Me ha gustado eso de los talleres. Muy original.
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Yo fui una vez a un cuanta cuentos. Leyó otra amiga con su hija y me gustó mucho. ¡Y luego nos fuimos de aperitivo! 🙂
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Recien llegada de mis vacaciones navideñas te mando un beso enorme y mi deseo de que tu 2013 sea genial
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Gracias, igualmente.
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Muy buena pinta tiene la librería.
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Sí. Pero hay un libro que todavía no vende. Eso conviene arreglarlo, me parece a mí. 😉
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No estaría mal arreglarlo, ¿verdad? No estaría nada mal vender un libro tan azul en una tienda tan bonita. El libro, creo yo, se pondría contento, muy contento; es muy agradecido. 🙂
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Y si es necesario se hace reportaje en FB con las fotos de la librería y el libro, aparte de anunciarlo en mi blog.
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