Acimut

Existe una expresión en francés muy bonita que es «tout azimut», o también «tous azimuts». Es una expresión relativamente frecuente, y en cuanto la oyes comprendes su significado por el contexto: significa que lo que te dicen es en total, todo a la vez o todo mezclado, y que individualizar en ese momento no tiene importancia. Por ejemplo «las ventas de la compañía son 10 millones, tout azimut», quiere decir que las ventas de todas las líneas de negocio (o de todos los tipos de clientes, o de todos los vendedores, o lo que sea) suman en total 10 millones. También usan los franceses para esto la expresión «tout confondu», aunque no estoy muy segura de que las dos expresiones sean siempre intercambiables. Yo prefiero «tout azimut», que me parece más sonora (la «t» se pronuncia) y además provoca menos arrugas en los labios.

Siempre había pensado que azimut era una planta o un tipo de frutas. Probablemente lo pensaba porque azimut suena lejanamente a zumo, y ya que la cosa va de mezclas me resultaba un significado de lo más coherente. Cuando oía la expresión, y había tiempo y confianza, siempre preguntaba qué es un azimut, pero nunca nadie sabía contestarme.

Unos 30 años después de habérmelo preguntado por primera vez, me he puesto a buscarlo por fin. Pues bien, ¡que redoblen los tambores, que aquí va! Azimut procede del árabe assumut, plural de az-samt, y es un término de astronomía, aunque en su origen significaba «camino» o «punto de horizonte». Azimut viene a ser el ángulo que forma una estrella con el lugar de observación, más o menos. Y existe en español, aunque escribirlo con «z» es tan raro como escribirlo terminado en «d», así, acimud. Así es que en español escribimos acimut y significa lo mismo que en francés entre otras razones porque el francés lo tomó del español.

Y ahora la expresión. Por lo visto dans tous les azimuts es una expresión que proviene del ámbito militar y se empezó a usar a principios del siglo XX para hacer referencia a un arma que disparaba en todos los ángulos (o direcciones), o una defensa de todos los ángulos (o direcciones). Y de ahí, al tous azimuts y al uso coloquial. Hay que ver estos franceses qué retorcidos son, pero qué buen gusto tienen.

Y ahora digo yo: ¿Por qué a los españoles nos pasan estas cosas? Así es que tomamos de los árabes una palabra bien bonita, le cambiamos la grafía y la dejamos hecha un adefesio (ya me dirán, acimut, ¡con esa «c» tan vulgar!) y encima la abandonamos por ahí perdida en el diccionario, sin usar ni nada, que total para qué, si tenemos miles de palabras para elegir. Y luego viene un militar franchute, ¡¡franchute!!, coge la palabra, le deja la bizarra «z» bien puestecita sin moverla, y se inventa una expresión de lo más fina… ¡para hablar de obuses! Y va el pueblo francés y adopta la expresión como el que adopta un perro lanudo que se lleva uno a todas partes. Pero vamos a ver, ¿para eso tenemos los españoles a los árabes deambulando por el territorio siete siglos?

Imperdonable.

 

Devanarse los sesos

cerebroNo deja de ser curiosa esta expresión. Devanar es, como todos ustedes saben y recuerda el DRAE, ir dando vueltas sucesivas a un hilo, alambre, cuerda, etc, alrededor de un eje, carrete, etc, etc. Por cierto, que tanto etc. en una definición me indica que los académicos tampoco se devanaron mucho los sesos para hacer esta entrada. Pero a lo que iba, que lo de devanarse los sesos tiene su punto de curiosidad. Veamos.

Los sesos, o masa encefálica, parecen un gurruño de hilo, pero dudo de que se puedan desenrollar para luego volver a enrollarlo con orden en un eje, o simplemente hacer un ovillo con ellos. Más bien habría que hilarlo si lo que se quiere es poner orden en ese gurruño, pero me temo que se perderían algunas neuronas por el camino, y ya no digamos si usamos una rueca: la muerte es casi segura.

Así es cuando oigan a alguien decir que se está devanando los sesos, desconfíen. Si tiene el cerebro construido de forma que se pueda devanar, el asunto tiene mala pinta. Y peor futuro. Ese cerebro no puede ser normal. En cualquier momento se le saldrá por las orejas y será, aparte de una marranada, un síntoma de desfallecimiento.

Y si alguien le dice eso tan socorrido de «tendrás que devanarte los sesos», procúrense una respuesta firme pero inequívoca. O sea, que se devane él lo que le pete, pero a usted, su gurruño, que no se lo toquen.

Cada mochuelo a su olivo

mochuelo-europeo_1227634321Eso es más o menos lo que nos viene a pasar cuando llega septiembre: que cada mochuelo vuelve a su olivo. Se terminan las vacaciones y la diáspora en la que se ha convertido tu vida social durante el mes de agosto se disipa, se contrae y se reconcentra, hasta que volvemos cada uno a nuestra casa y ya podemos volver a marcar los números fijos de teléfono.

Cada mochuelo a su olivo. Me encanta la expresión. Mi madre lo dice mucho, y lo acompaña de un chasquido de lengua que lo mismo le podría servir para animar a una burra a trotar. ¡Hala, cada mochuelo a su olivo, tchlac!, y se acabó la fiesta, cada uno a su casa. ¡Arrea, Francisca, tchlac!, y la burra Francisca se pone al trote. Muy poético, ya digo. Salvo que mi madre nunca ha tenido una burra que se llamara Francisca. Bueno, mi madre, hasta dónde yo sé, nunca ha tenido una burra, ni que se llamara Francisca ni ningún otro nombre de contundencia similar o de diferente grado.

Yo no sé de dónde vendrá la expresión de los mochuelos. He consultado un libro de aves que era de mi padre para ver si venía algo sobre su placentera vida en las ramas de los olivos, pero no he encontrado nada sobre el hábitat de los mochuelos, más allá de que viven un poco en todas partes. Yo esperaba encontrar algo como:

Mochuelo común: Ave rapaz nocturna parecida a la lechuza que habita preferentemente en las ramas de los olivos, en los que anidan desarrollando un tremendo instinto territorial hasta el punto de que cada uno tiene el suyo y vive en él desde su nacimiento hasta su muerte. Una vez el óbito del mochuelo propietario es efectivo y tras consulta testamentaria con el mochuelo notario, el olivo es legado al  polluelo primogénito si lo hubiere y si no al que hubiere, quien puede a su vez vender, alquilar o pignorar el susodicho olivo, suceso que ocurre con relativa poca frecuencia debido a que el polluelo de mochuelo, una vez alcanzada la edad adulta, se va a vivir a su propio olivo.

mochuelo pescadorY no. Lo máximo que he encontrado es que comen ratones, cangrejos y hasta ranas, y que la variedad de mochuelo pescador tiene cejas y cara de fuerte instinto territorial, de olivo o de lo que se tercie. En realidad era de esperar, porque el libro es más un libro de fotos con pequeñas reseñas de aves. Y por otra parte, tiene ya tantos años que a buen seguro que todos los pájaros fotografiados están ya en el reino de los cielos… pero, bueno, esto último es irrelevante, porque aunque el libro sea antiguo, supongo que ni los mochuelos ni las cacatúas habrán evolucionado mucho en los últimos cincuenta años, que es más o menos la edad que debe tener el libro en cuestión.  

Ahora que lo pienso, las cacatúas sí se han actualizado… Ah, no, espera, que eso es para otro post.

En fin, que cada mochuelo a su olivo se podría convertir en cada mochuelo a su pino, o a su alcornoque, o a su abeto, o a su algarrobo, o a su ___________________ (espacio para rellenar con el árbol de su preferencia). ¿Por qué olivo? He mirado en el Correas y en otro librito que tengo por casa y no he encontrado una explicación, así es que supongo que simplemente se dice lo del olivo porque cumple la función poética del lenguaje. Acepto otras explicaciones, desde luego, pero para ser éste el primer post de después de las vacaciones, les pido misericordia por anticipado.

Otra expresión con mochuelos de protagonistas es la de «caerte el mochuelo«. Digamos que va todo junto: la vuelta al trabajo tiene estas cosas. Pero en fin, no se estresen si leen esto y siguen de vacaciones todavía. En realidad, que llegue septiembre carece de importancia: de aquí a nada estamos en Navidad.