Final en Lisboa: traed la Décima

escudo-futbol-madridEsta noche es el gran partido. Una final preciosa, con el otro equipo de la capital, del que son tantísimos amigos. Ellos también tiene ilusión, pero no es la misma ilusión de los madridistas. No puede ser.

El Real Madrid es el único club del mundo que puede ganar una décima Copa de Europa. Ser del Madrid es esto, es estar acostumbrado a ganar aunque se pierda un título, es que empiece la temporada y quererlo todo. Por eso soy del Madrid, no por tradición familiar.

Soy del Madrid porque es un equipo campeón, por su grandeza, por su autoridad, por su primacía, porque es blanco, porque es poderoso, porque es el mejor, siempre.

Soy del Madrid porque es un club mítico y legendario. Y su mito y su leyenda son inalcanzables, porque se alimentan cada año sin importar lo que suceda en la competición.

Por eso, ganar al Madrid es como matar al padre. Esos equipos que vienen al Bernabéu y se dejan la piel, e incluso ganan el partido, pero luego descienden a segunda. Y tú te dices que si jugaran siempre como contra el Madrid, no deberían ocupar el puesto que ocupan. Pero ganar al Madrid es ser un poco más grande, es robar un poco de su grandeza, quitarle un poco de su primacía, de su ciencia, de su sabiduría, de su autoridad. Matar al padre.

Los que ya tenemos unos años, recordamos la inigualable emoción de la Septima. Y París. Y el inolvidable gol de Zidane. Ganar una décima Copa de Europa sólo está al alcance de los madridistas. Por eso esta noche jugamos. Y que gane el Madrid. Y entonces, será: habrá ganado el mejor.

Traed esa copa. Hala Madrid.

 

Esperando la Décima

Estoy como en capilla. En un estado de espera latente, en un estado de letargo, como de silencio cauto, por temer que si digo algo lo mismo rompo un embrujo.

Hasta el sábado quedaba por saber quién ganaba la liga. El Madrid dejó de luchar, displicente, por estar a la espera de esa finalísima que lleva esperando tantos años. Tantos que prefiero no contarlos. Apenas sí ha habido algún reproche, que bastante tenemos con contener la respiración de aquí al 24 de mayo. En Lisboa.

Sea.

Felicité el sábado al Atleti. Y a mis amigos indios. Y me alegré por ellos. Y también me alegré por mí, qué coño. Me duró un par de horas. Y ya. Ayer ya había dejado de ser un equipo amigo. Hoy es El Rival.

No tengo la menor duda de que el sábado van a salir como lobos a por la Copa. Disfrazados de corderos, de equipo humilde que se conforma con la liga, que ya ha hecho su temporada. Pamplinas. No van a conformarse. Para ellos es una oportunidad que llevan esperando muchos, muchos años. Tantos que no voy a contarlos.

Es un rival digno. Puede que un rival extranjero tuviera más glamour, pero ¿ a quién le importa el glamour ahora?

Hoy he visto este maravilloso vídeo de @luiscalles9 que me ha pasado @Elisa________ (ocho guiones bajos detrás del nombre). Se llama Real Madrid – Atlético de Madrid, UCL Final Promo 2014: El retorno del rey. Tres minutos que te ponen los pelos de punta.

Estoy como en capilla. En un estado de espera latente, en un estado de letargo, como de silencio cauto, por temer que si digo algo, lo mismo rompo un embrujo.

Véanlo, que yo no tengo nada más que decir.