A trotar por el campo

Vengo de pasar un par de días fuera de la oficina, en unas jornadas de balance que se hacen en medio del año y que, como siempre, han sido muy agradables. El lugar en el que hemos sido convocados es uno de esos sitios en medio del campo en donde se celebran este tipo de reuniones y otras de formación, un sitio rodeado de pinares, con un hotel en medio en el que te proveen de todo para que no tengas necesidad de salir, no vaya a ser que te escapes.

En el desayuno antes de marcharnos, un grupo de otra empresa estaba en el café de bienvenida, con sus saludos, sus besos, sus abrazos y sus maletas. Un compañero que había madrugado para hacer algo de ejercicio nos ha sacado de dudas: son de la empresa TAL S.A., y estos vienen a corretear por el campo, porque el pinar está lleno de señales: papelitos, flechas, dianas y logotipos escondidos. Y sí, iban todos vestidos de Team Building. Sin duda les habrían pasado esas notas que suelen hacer los de Recursos Humanos en las que te explican con mucho detalle todo menos lo que conviene detallar:  «Llevad ropa cómoda y calzado deportivo porque Juanito os dará una formación en la Finca Pepito. Adjuntamos el mapa para llegar y una presentación de Juanito«… Pensándolo bien, las únicas notas de RRHH que contienen algún detalle son las nóminas, y yo creo que es para hacerlas incomprensibles.

En fin, la cuestión es que eso de la ropa cómoda y el calzado deportivo cada cual lo interpreta a su manera. El que va vestido como si fuera al paddle, pantalón corto, polo y zapatillas con calcetín bajo; la que se ha puesto los leggins del gimnasio y va tan mona; el que se trae el chandal del gimnasio y va tan espeluznante; el que va de Coronel Tapioca, con pantalones caqui llenos de bolsillos; el modelo leñador, con camisa de cuadros y Panama Jack; el vaquero, que se imagina caballos y se calza unas botas de montar; la urbana sport, con sus vaqueros pitillo y sus All Stars para pasearse por Gran Vía, a quien acompaña Kent, con los chinos y las zapatillas Ganso azul oscuro;  el extremo, que se pone la camiseta del pub del barrio, unos jeans sucios y unas zapatillas de esas gordas poligoneras; el de las Tenis Reebok (siempre hay uno con unas Tenis Reebok); el extranjero del grupo, que se limita a quitarse la corbata  y meter la americana en la maleta; y finalmente, la recién llegada a la empresa, que no se apea de los tacones aunque cambia la piel por el esparto.

Mientras esperaba a unos compañeros para marcharnos, el grupo recibía las primeras instrucciones. Y me han dado un poco de envidia, la verdad. Y es que tengo que decir que esas formaciones me han parecido siempre divertidísimas.  Recuerdo una en El Escorial en la que nos hicieron ir de una punta a otra de la finca agarrados a una cuerda con los ojos vendados. Lo más divertido es que por medio había ni más ni menos que una piscina (¡Vacía!) y unos parterres por los que tuvimos que trepar, imaginen el panorama. Y en otra ocasión, nos soltaron por los alrededores de Rascafría a buscar pañuelos rojos con un mapa militar que no comprendía nadie, y terminamos corriendo delante de lo que pensábamos que eran toros bravos porque saltamos el cercado que no debíamos… Si el ambiente es bueno, te parece que vuelves al colegio, te pones a jugar y te lo pasas bomba.

Y claro que se aprende, porque el recuerdo es aprendizaje. Así es que a mí no se me olvidará ya qué le pasa a un equipo que no ve por dónde va y por qué no se deben perder de vista nunca las buenas referencias.

Festivos

Los madrileños nos encaminamos hacia un nuevo puente. Esta vez San Isidro Labrador, patrón de Madrid. No nos falta de nada. Tenemos patrón y patrona, y cuando falla uno de los dos, el Santo delega en su señora esposa, Santa María de la Cabeza. Una fiesta por cierto que da mucha pereza, porque es en septiembre y lo normal es estar ya hasta la pinza de vacaciones.

En una ocasión, hace unos años, cenaba yo con unos colegas franceses. En la mesa estaba sentado también el presidente de la compañía, un tipo de mundo bastante circunspecto pero muy agradable. Y entonces salió el asunto de los días festivos en cada país. Un alsaciano bastante garrulo, que yo creo que el único país extranjero que conocía un poco era Alemania (este comentario es con mala uva), dijo que estábamos todo el día de fiesta. Y encima, que nos pasábamos la vida de procesión. Yo se lo discutí y le amenacé con demostrarle que no tenía razón. Cuando volví a la oficina, comparé su calendario laboral con el mío, y les mandé el resultado por e-mail al Presidente y al cretino aquel. Yo no suelo amenazar en vano…

Veamos. Ellos tienen, como nosotros, Navidad, Año nuevo, Pascua (lunes), el Primero de Mayo, la Virgen de Agosto, y Todos los Santos. Y luego celebran la Ascensión y Pentecostes, ambas en Mayo para poder surfear a gusto. Nosotros preferimos celebrar la Epifanía (mucho más chic) y la Inmaculada, que es más solemne y de mayor categoría. O sea, que lo de pasear santos… Ellos tienen su fiesta nacional de corte histórico (la Toma de la Pastilla, que dice mi amigo Alfredo) igual que nosotros celebramos el Descubrimiento de América, mucho más beneficioso para la humanidad puesto que de allí vino la patata, el chocolate y el tabaco. Y después los españoles celebramos nuestra Constitución, algo muy democrático y pacífico. Vale. Pero los franceses, como se han dedicado a pelearse con el mundo, celebran el fin de las dos guerras mundiales: el 8 de mayo la Victoria de 1945, y el 11 de Noviembre el Armisticio de 1918, y no sé si le cambian el nombre para no confundirse de guerra o de alivio. Y hasta aquí, las fiestas nacionales, en donde empatamos. Como nosotros tenemos tres fiestas locales (dos del municipio y una de la comunidad), el saldo aparente es de tres. Pero hay que desconfiar: un país que celebra la abolición de la esclavitud en la Guayana, la Guadalupe y la Martinica seguro que encuentra motivos para no ir a trabajar algún día perdido. Que ya lo tengo yo dicho: estos franceses son capaces de todo.

Pero sobre todo hay que mirar otras cositas. Los franceses tienen una cosa que se llama RTT que es la compensación por la jornada de 35 horas semanales, decretada por los socialistas hace unos años. Cuando yo trabajaba allí, tenía 45 días laborables de vacaciones, 11 de los cuales eran RTT. Como me decía mi madre: «hija, igual te engañan con el sueldo, pero lo que es con las vacaciones…«. Y para terminar, está la estrategia, claro. Su mes de mayo tiene 4 festivos nacionales…

Lo que sí es verdad es que en España el calendario laboral es un follón de mucho cuidado. Pinchen en este enlace y ríanse o lloren: se necesita media World Wide Web y un GPS para explicarlo. Pero que no nos mareen por ahí fuera, que unos se llevan la fama…

PS: Esta entrada está actualizada el 11 de Mayo, día de San Anastasi, gracias a un oportuno comentario en el que me corrigen.

Dicen

En el mismo punto y hora que acabó con Pepe Mora, doña Aurora sobre el pelo no se puso ni una flor. Y su patio de cal pura, un convento de clausura y una cárcel con cerrojos para el luto de su amor.

Dicen que lleva un velo sobre el semblante, dicen que si habla sola de madrugá, dicen que en sus ojazos como diamantes brilla una luz extraña de oscuridad. Y Sevilla a todas horas cuenta, canta y mire usté: está blanca doña Aurora, lo mismito que el papel. Dicen que llora y llora por su querer…

Se ha casado Pepe Mora y al momento doña Aurora los vestidos de esponsales desentierra del arcón. Y de novia y con mantilla, por las calles de Sevilla da una pena pregonando que ha perdido la razón.

Dicen que eran dos ascuas sus ojos moros, dicen que con un aire de majestad. Dicen fue repartiendo monedas de oro desde una punta a otra de la ciudad. Y a su paso los chiquillos para burla de su amor le tiraban papelillos ¡ Y a puñados el arroz!

Dicen que era una pena ver su dolor.»

Esto lo cantaba Juana Reina, y era una canción para mi gusto espeluznante. Pero hay una versión más moderna y más fresca que me encanta, y que es esta.

Aunque si de todas formas quieren escuchar lo de Juana Reina, allá vds. Pueden hacer CLICK aquí. 

Libertad de prensa

El pasado 3 de Mayo se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que tiene también su entrada en la Wiki. Una entrada tirando a pobre si tenemos en cuenta la capacidad que se supone a los periodistas para sintetizar y divulgar y su tendencia demostrada a mirarse en el ombligo. Pero sea, así podemos enterarnos de que esto se celebra desde 1993, con la idea de «fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática». 

Y menos mal que está la Wiki, porque si nos atenemos a las celebraciones en España, se trataba de una concentración sindical en la que reclamaban mayor seguridad, mejor salario y más empleo, como si se fueran vulgares empleados de banca, quienes por cierto se concentran poco en la calle y mucho en la oficina, que es la mejor manera de no perder el trabajo. Poca autocrítica  y ningún golpe de pecho, nada que nos indique que han comprendido alguno de los pecados que han cometido para ser, hoy en España, la profesión que genera mayor desconfianza después de la política.

Ya no es sólo la mala gramática y las faltas de ortografía que te encuentras en portadas de periódicos centenarios como el ABC, no vayamos a ponernos tiquismiquis en un país de tan poca exigencia; ni la desolación que produce que un mismo hecho tenga conclusiones radicalmente diferentes en dos medios, aprovechando que la población esté suficientemente engorilada como para creérselo. No, son más cosas aunque no hay por qué decirlas todas. Es un telediario que dedica diez minutos en Julio para decirnos que hace calor, en el que nunca falta un accidente de coche en la provincia de Toledo y que presenta como tendencia de opinión lo que sale por el Twitter. Telediarios a los que solo les interesa el morbo, no la información, que nos enseña una sociedad llena de anormales sociales, del mismo modo que la prensa del corazón, por tener que compartir contenidos con carroñeros, putas y traficantes, extiende el campo de interés hacia otras vísceras menos nobles, y mezcla princesas y toreros con poligoneras y chulos. Y es que eso es hoy la información: simplemente espectáculo.

Entre el periodismo de opinión, esos tertulianos mendicantes que un día fueron buenos periodistas y hoy se arrastran de una emisora a otra para cubrir una cuota de partido, que se obligan a sí mismos a llenar tiempo de micrófono hablando de lo que no saben después de reconocerlo sin rubor. Directores de periódico sólo interesados en vender un ladrillo (que llaman libro, claro) o marujonas que conducen tertulias como podrían presentar un programa de cocina. Y en cuanto al periodismo de investigación, yo lo llamaría periodismo de crucifixión. Se retuercen los datos y el investigado pierde su reputación sin remedio mientras le persigue la jauría. Y ya cuando «no quieres dejar que la realidad te estropee un buen titular» es cuando Mercedes Milá enseña el culo en la tele.

¿Libertad de prensa? No parece que sea eso lo que falta. Los periodistas concentrados reclamaban seguridad y un buen salario. Lo que quieren es trabajar en la banca, aunque no sabemos si en la de un casino.

 

¡Rayos!

Ayer leo en el periódico el siguiente titular: «Sobrevive sin heridas graves a un rayo que le entró por el escroto y le salió por el pie«. No pude por menos que seguir leyendo.

No conviene reírse de estas cosas. Sólo un tercio de las personas a las que les cae un rayo sobrevive, y las tres cuartas partes tienen graves secuelas. Sin embargo, nuestro hombre sólo tuvo quemaduras en la zona de entrada y de salida del rayo, pero nada preocupante dentro las lógicas molestias. Sobre todo en el pie, que debe doler muchísimo. Según el Samur también tuvo un leve déficit motor en las piernas. Eso también se puede imaginar perfectamente: Ver que un rayo te convierte la entrepierna en un árbol de Navidad debe, como mínimo, asustar un poco.

A este señor le ingresaron de todos modos para hacerle un electrocardiograma y un escáner. Supongo yo que también le darían alguna pomada. Ah, y un tranquilizante, para cuando le dejaran de temblar las piernas. Y luego le dejaron en observación. No pone si además de médicos llamaron a algún astrónomo, para interesarse por las estrellas que debió de ver aquel hombre…

Ayer colgué un post en donde recogía una cita en donde se hablaba de probabilidades. Pues bien, la probabilidadde que un rayo alcance a un hombre es de 1 entre 3 millones. ¿Por qué será que, a pesar de todo, me parece poca puntería?

Homo Faber

Yo no creo en una providencia ni en un Destino. Como técnico, estoy acostumbrado a calcular según las fórmulas de probabilidad. ¿Por qué, Providencia? Reconozco que sin aquel aterrizaje forzoso en Tamaulipas todo hubiera sido distinto; no habría conocido a ese joven Hencke y quizá no habría oído hablar nunca de Hanna, aún hoy no sabría que soy padre. Es imposible imaginar hasta qué punto todo habría sido diferente sin aquel aterrizaje forzoso en Tamaulipas. Tal vez Sabeth viviría aún. No lo puedo negar: fue algo más que una casualidad que todo sucediera como sucedió, fue toda una cadena de casualidades. Pero ¿Por qué llamarla Providencia? Yo no necesito ninguna clase de mística para admitir lo inverosímil como un hecho experimental: las matemáticas me bastan.

Y hablando en términos matemáticos:

Lo probable (que entre seis mil millones de jugadas con un dado regular de seis caras salgan aproximadamente mil millones de unos) y lo improbable (que entre seis jugadas con el mismo dado salgan seis unos seguidos) no difieren por su esencia sino únicamente por su frecuencia, y lo más frecuente parece ya de buenas a primeras lo más verosímil. Pero cuando ocurre lo improbable no es por nada superior, milagroso ni nada por el estilo, como tanto le gusta al profano. Cuando hablamos de probabilidad comprendemos también la improbabilidad como caso límite de lo probable y, si ocurre alguna vez lo improbable, no hay motivo para maravillarse, ni estremecerse, ni creer en ningún misterio.»

Max Frisch, «Homo Faber».

Treinta y dos…

…Ligas.

Y no digo más.

Bueno, sí. Que habrá más.

Real Madrid, Campeón de liga 2011-2012.

2 de mayo

Hoy es 2 de mayo, fiesta en Madrid y fecha en la que se conmemora el levantamiento nacional contra los franceses. La chusma zarrapastrosa se rebeló contra la chusma uniformada, y así un rey inmundo sustituyó a un rey exmundo. Las cosas que tiene la vida, haga vd. una revolución para eso.

Una hermana de mi abuela, mi tía Hilaria, emigró a Francia en los años 40. Su hermano, huido más que exiliado, le había escrito una carta en donde le decía que tenía una pequeña casa, un huerto y unas vacas. Cuando mi tía llegó a Tours se encontró con que no había ni casa, ni huerto, ni vacas. Toda la prosperidad que había acumulado aquel tarugo era una miserable habitación.

La Prefectura perdió los papeles de mi tía y ya no pudo ni salir de Francia ni entrar en España, así que se quedó allí a vivir. Aprendió el idioma a trompicones y se dedicó a hacer todas aquellas faenas que los franceses no querían hacer entonces, y siguen sin querer hacer ahora. Unos años después conoció a mi tío Jacky, un guapo soldado que venía de combatir en Argelia. Se casaron, tuvieron una hija, y muchos años después, cuando yo fui a estudiar francés a Tours, vino a buscarme a la residencia donde me alojaba en una mobilette. Luego fuimos a su casa a tomar café y me contó todo esto, y algunas otras cosas.

Si el 2 de mayo de 1808 los madrileños no se hubieran levantado en armas contra el francés, mi tía Hilaria nunca habría tenido una mobilette.