Nunca.
Nada.
No.
Nunca.
Nada.
No.
Eduardo Bautista, llámenle Tedy, se deja entrevistar por el diario Expansión, pagina 29. Y dice lo siguiente (cito textualmente, o sea, copio): «Es muy fácil echar la culpa de lo que sucede al cambio de modelo de negocio, cuando en realidad lo que hay ahora es un conjunto de herramientas que no existían y que han pasado a ser de uso común. La verdad es que lo que ha cambiado ha sido el comportamiento del usuario, no el modelo de negocio». «Se ha perdido el respeto por el formato físico -disco compacto, DVD-. Y si se pierde el respeto por el soporte, se debilita el valor del contenido. Está claro que en algo hemos fallado si no hemos conseguido luchar contra esto».
Lo que me choca no es lo que dice Tedy, sino leer esto en las páginas de un diario salmón. En el Geo o en Historia de Iberia vieja no me hubiera sorprendido, porque traen cosas interesantes sobre amebas o sobre los habitantes de Atapuerca. Incluso si me encuentro a Tedy haciendo un cameo en un cómic de Anacleto, agente secreto, me hubiera resultado de lo más natural.
Si entiendo bien, este señor considera un problema que los usuarios (o sea, los consumidores) no se adapten a su modelo de negocio (del siglo pasado). Y piensa que para tener respeto a algo hay que venerar un soporte físico, o sea la vuelta a la cartilla del abuelo, sin ir más lejos. Y luego dice, modesto, que no han conseguido luchar contra esto. ¿Cómo que no? Yo creo que luchar, luchan. A ver, al menos están motivados ¿O no?
En el Expansión y a estas horas. No he podido evitar contárselo.
A ver, señores, que me tienen ustedes loca.
Por favor, si no les molesta, se conectan ustedes entre las 9 de la mañana y las 7 de la tarde. A partir de esa hora, yo consideraré que la entrada correspondiente ya está suficientemente leída, y eso me permitirá pensar con mayor comodidad algo nuevo para ustedes.
Estas mejoras son en beneficio suyo, no lo dude. Podrá disfrutar de un blog más ágil, innovador y renovado. Además, esta mejora en los horarios le permitirá ver un rato la tele, pasear al perro, preparar la cena e incluso besar a su novia si está lo suficientemente cerca.
Como ve, todo son ventajas. Claro que si usted no está disponible a las horas que le propongo, puede venir más tarde. De momento, tiene el mismo coste.
La inefable ministra Pajín vuelve a la carga, ahora con la ley de igualdad. Como es ministra de Sanidad también, igual se acuerda y apuesta por la eficiencia energética, se le enciende la bombilla y ¡Zas!, idea al canto. Imaginen: prohibidos los tacones, el maquillaje y la depilación láser porque han encontrado un informe de la OMS (otros inefables) y resulta que es fatal para la salud. Y a los 28, esterilización obligatoria, con lo cual nos evitamos saber a qué huelen las nubes y no tenemos niños, que son un incordio para progresar profesionalmente.
Sobre el tema del acoso y del maltrato en general, una sencilla combinación de Igualdad y Sanidad es cortarles el pito a los hombres, directamente. Bueno, sólo a los que tengan bien la vista, que son mirones lascivos potenciales. A los miopes les quitamos las gafas, nada más. Esta selección por dioptrías también es conveniente para dejar a alguno con capacidad reproductora (hay que estar en todo, oyes). Y ojito con el déficit, que no estamos para bromas: un poco de anestesia, un corte limpio, unas venditas y para casa en el mismo día, que los tíos son muy quejicas.
Y luego, algo sobre la conciliación y el reparto de tareas. Cuando un hombre tenga un hijo, se le despide para que se quede en casa cuidándolo, porque no es posible ya tanto privilegio. Ah, y nada de paro, a ver si además de las ideas, el Estado tiene que poner también el dinero. Faltaría más…
Abstención y abstinencia.
Absentismo y abstracción.
Lunes.
En Marzo entra la primavera. Esa horterada. Y sin embargo hace un frío que pela.
Hace unos años, era un mes de Marzo soleado y tratábamos en una reunión el lanzamiento de una novedad comercial en un país que requería un desarrollo informático bastante complejo – como casi todos los desarrollos informáticos, by the way… -. Pedíamos un compromiso de fechas, por infinitas razones entre las que no se encontraba la curiosidad.
El gran jefe informático nos quiso tranquilizar: esto estará en otoño, escribió.
Aahhh. Y respiramos todos más tranquilos. La imagen de referencia era una simple gabardina, algunas hojas que caen de los árboles, un poquito de viento que se levanta, quizá un chaleco de ante, la chaqueta de tweed…
Mi jefe de entonces, un tipo bastante precavido, muy transaccional y poco amigo del pensamiento imaginario, advirtió: El otoño termina el 21 de diciembre.
Humm. Y nuestro pensamiento recolocó la referencia. Nieve, vientos huracanados, carreteras cortadas, lana, abrigos, guantes, gorros, botas, la nariz como un pimiento (y el pañuelo para la vela), la bufanda y we wish you a merry christmas…
Lo que son las referencias mentales. Y no llevar siempre la misma ropa…
Ahora nos dicen que van a quitar luces en las carreteras para ahorrar.
Desde hace una semana, en el ordenador del coche me sale el mensaje «Rear light failure». Como se trata de luces, no lo voy a arreglar y así ahorro yo también.
Me han dicho que es la del freno.
Tanto mejor así, porque gastaré menos para ponerme a 110.