No apuesten en vano

Los derivados son instrumentos financieros que están basados en el valor que otro activo tendrá en un futuro. Este otro activo se llama activo subyacente, y puede ser a su vez un activo financiero (por ejemplo, una divisa, un bono, un tipo de interés) u otro tipo de valor (el oro, el petróleo, los cereales…). Ese otro valor puede ser una commodity o cualquier cosa rara. En realidad, ese otro valor puede ser lo que vds deseen, pero entonces no esperen que su derivado cotice en un sitio decente.

Así que tenemos un activo que subyace y otro que deriva. Y no pasa nada porque el uno derive mientras el otro subyazca. No subyace porque esté oculto, sino porque el derivado está superpuesto. ¿Me siguen vds? O sea, que son dos valores, uno el de la transacción, y otro el de la apuesta. Y no necesariamente se apuesta para especular, porque a veces la apuesta se realiza para asegurarse. Es lo que tiene el futuro, amigos, que nos obliga a esperar un poco a ver qué pasa.

En realidad, los derivados son muy fáciles de comprender, y lo explicó Muñoz Seca estupendamente hace casi un siglo: es un juego vil que no hay que jugarlo a ciegas, pues juegas cien veces, mil, y de las mil ves, febril, que o te pasas o no llegas.

Les dejo con la explicación para no obligarles a seguir leyendo. Está a partir del minuto 1:20, pero vale la pena verlo todo.

 

En honor al Sevilla F.C., que le empató al Barça el otro día