El rey bloguero

Esto se veía venir. Se habrá dicho que ya que tenemos página, vamos a postear. Y lo entiendo: tiene las visitas aseguradas, un negro que le escriba y argumentos de sobra para publicar al menos un post a la semana. Así que, Majestad, bienvenido al club. Le nombraremos Primer Bloguero de España, y nos dará mucha envidia por la cantidad de lectores únicos, retuiteos y suscriptores al Reader.

Yo, que soy lectora de blogs y pertenezco a esa extraña tribu que tiene uno, echo en falta si embargo algunas cosillas. No desde luego lo de poner el número de seguidores o de visitas: comprendo que podría convertirse en un barómetro de popularidad y bastante tenemos ya con seguir las encuestas sobre la independencia de Vic y las fluctuaciones de la prima de riesgo. Pero sí echo de menos algo de decoración bloguera. No sé, por ejemplo una mascota virtual. Los pececitos de colores, la tortuga que se tira al agua cuando le enseñas un gusanito o el pato que sigue con la mirada el ir y venir del puntero son algunos muy chulos que me vienen en este momento a la mente. Claro que con los medios que tiene la Casa Real, bien podría hacerse uno a la medida. Aunque, Majestad, invénteselo vd y no abra un concurso de ideas, que los españoles a veces somos muy procaces y tenemos muy mala leche.

También comprendo e incluso apoyo que tenga cerrados los comentarios. El ejército de funcionarios que debería contratar para contestar a todo no es acorde con los tiempos de crisis y, por otro lado, abrir comentarios para luego no decir ni gracias es de bloguero arrogante, perezoso o, lo que es peor, con un firewall en la oficina de armas tomar, y no me parece que sea su caso. Sin embargo, podría poner unas estrellitas de valoración, o las manitas de «me gusta/no me gusta». Francamente, leerle y luego no poder decir nada es como echar limón en la boquilla de una trompeta, vd ya me entiende.

En todo caso donde más tiempo conviene que invierta es en los contenidos, que al final es lo que importa en un blog. Es normal que el primero sea para presentar la web y que en el segundo nos hable de cosas del curro, pero sería genial que abriera un poco la lista de temas y nos hablara de su familia. O de política si no, que tiene menos riesgo. Si le da cuqui lo de poner nombres reales en la web se puede apañar con iniciales, que es lo que hacemos todos: la RS, el PDA, la PDA (o sea, la L.), la IE, la IC y FJFdeTlosS cuando hable de escopetas. Ahora bien, un consejo: si menciona a los yernos sea cauteloso, porque una parte de los españoles se enfadaría si cree que dice que Izquierda Unida no tiene un comportamiento ejemplar. En todo caso, vaya pensando en diversificar porque dentro de diez entradas ya nadie le va a hacer ni caso y tendrá muy mala sensación cuando le bajen las visitas. Y aunque lo esté pensando, ni se le ocurra poner al Príncipe de co-blogger, y mucho menos a la princesa: hay guisos que requieren su punto justo de sal.

Pero siga hablándonos, que está muy bien. Ábranos su corazón, cuéntenos experiencias de su día a día, construya relatos con sus recuerdos, comente la actualidad, reseñe sus libros de cabecera y láncese a postear tonterías, que no sabe lo que relaja. Esto de abrir un blog, por experiencia se lo digo, es un punto de no retorno: se le coge cariño, y luego es muy difícil dejarlo.

 

PS: Disculpe que no le ponga en mi blogroll. No es que yo le exija reciprocidad por ponerle en la lista sino que, por el momento, con un enlace creo que será suficiente.