Mañana es el Madrid-Barça, un nuevo partido del siglo y yo iré al Bernabéu. Y no llevaré mochila.
Yo soy muy de llevar mochila, no crean. Cuando digo por el mundo digo por el mundo vacacional y findesemanero, aunque a veces me pilla el toro y voy por Madrid con tacones, abrigo y la mochila al hombro (al hombro, al izquierdo para más señas, nada de ponérmela con las dos asas, que yo ya tengo una edad). Esto me pasa porque vengo del poblachón, o por alguna otra razón no necesariamente muy poderosa y que tiene que ver más con la pereza que con el tiempo. Puedo entender que parezca algo chocante, pero a mí me da igual, aunque no siempre: recuerdo por ejemplo la cara de estupor que puso una amiga en una cena, más decepcionada que sorprendida, cuando dejé una mochila azul en la silla para quitarme el abrigo. No dijo nada… pero hubiera debido.
Tengo varias, incluso una de ante muy mona que ni es mochila ni es nada y que es probablemente el bolso más absurdo que tengo en el armario y que no me pongo nunca. Yo cuando hablo de mochila hablo de mochila, de mochila fea de lona, de mochila de tío, de mochila de ir de excursión con los bocadillos, de mochila de estudiante, de mochila para llevar muchas cosas. Sí me interesa aclarar que no son mochilas de gimnasio. Yo no tengo nada para ir a un gimnasio. Es más: yo no sé lo que es un gimnasio. Gimnasio es para mí una palabra sin contenido que procuro que ni se me pase por la mente.
A la peluquería voy con mochila, no sé muy bien por qué. Y cuando voy con Curra a algún sitio que no sea de paseo. Y al aperitivo, aunque sea en ciudad. Y al Rastro, si voy al Rastro, y a un museo si voy a un museo. Y ahora que lo pienso, a muchos sitios voy con mochila. Y claro, al fútbol también la llevo. Sin embargo, mañana iré al Bernabéu con las manos en los bolsillos. Las llaves, el DNI, algo de dinero, el móvil, la entrada y ya está. No me molesta que me miren lo que llevo, no. Sencillamente, creo que cuanto más fácil se lo ponga yo a los polis, más difícil se lo pondré a los malos y así haré algo más útil que poner un tuit.
Para terminar un post incoherente en el que no se sabe muy bien si hablo de complementos, de costumbres, de las caras que pone una amiga, de mis paseos con Curra, del horror que me producen los gimnasios, de la seguridad en un estadio o de mis convicciones ciudadanas, les diré que me conformo con un 1-0. Hala Madrid.
Jajajajaja. Me fijo mucho en los bolsos (que es bueno) y soy demasiado transparente (que no lo es tanto).
Pero era más sorpresa que decepción XDDD
Me gustaMe gusta