Grandes esperanzas, de Charles Dickens

grandes esperanzasHoy toca hablar del libro del bimestre del Club de lectura. En realidad hoy no tocaba, pero ya saben: las vacaciones. Bueno, las vacaciones y que esto de leer un libro cada dos meses parece que relaja cualquier preocupación por atender a las fechas, si es que quedaba algún atisbo de algo cercano a la preocupación. Ya saben ustedes que pertenecer a un club supone acatar las normas, y los cinco aguerridos participantes de este club hemos optado por eliminarlas casi todas. Voy al libro y no les entretengo más.

¿Quién no ha conoce Grandes esperanzas, la obra cumbre de Dickens? Pues hombre, conocer, lo que se dice conocer, pienso que casi todo el mundo, aunque leer, lo que se dice leer, yo misma no lo había leído. Y lo recomiendo, porque es una novela bien bonita, bien folletinesca, y bien distraida. Y como diría aquel ¡Es Dickens!

El argumento es de sobra conocido y si no, ya se ocupan los editores de ponerlo en contraportada y en la publicidad de las versiones de películas que se han hecho sobre esta novela (ninguna de las cuales he visto). Se trata de la historia de Pip, un niño huérfano y pobre que vive con su hermana, que lo educa “con la mano” –o sea, dándole estopa- y lo mantiene porque no le queda más remedio. Pip es un niño bondadoso pero no feliz, que sueña con convertirse en caballero para, entre otras cosas, enamorar a Estella, que es una niña estúpida, arrogante y bastante imbécil a los ojos de lector. Esta tal Estella aparece en casa de Miss Havisham, que es una ricachona loca perdida por un antiguo mal de amores y que llama a Pip a su casa para ver si logra distraerse con algo que no sea la propia Estella u otros niños que no le caen tan bien como Pip.

Un buen día, Pip recibe la visita inesperada de Mr Jaggers, un mandado de la Sra Havisham que le comunica que una persona misteriosa le concede un montón de dinero para que estudie y se convierta en caballero, a cambio de poca cosa: que se siga llamando Pip y que no trate de averiguar quién es su benefactor. Os podéis imaginar que Pip acepta, aunque eso le suponga separarse Joe, que es su cuñado y amigo, una buena persona que acepta con generosidad el golpe de suerte de Pip. Y aquí empezará su nueva vida, aunque no viene a ser más que la misma vida, pero con otros problema no menores. Con estas pocas líneas les acabo de resumir la mitad de un libro de casi 700 páginas, aunque naturalmente pasan muchas más cosas, y en particular en el arranque del libro, cuando Pip, bajo amenazas, ayuda a un condenado que ha escapado de la prisión. Y hasta aquí puedo leer.

Casi 700 páginas que no se hacen largas en absoluto. Dickens escribió este libro por entregas, y lo fue publicando en una revista, y esa es una de las razones que consiguen que mantengas el interés en cada capítulo y no se te haga nada largo. Una de las razones, porque la otra hay que atribuirla a la historia en sí, como decía más arriba, un folletín en el que se van sucediendo los personajes, unos misérrimos y otros muy ricos, unos bondadosos y otros canallas, unos generosos y otros interesados, unos héroes y los otros villanos, y en el que no faltan las descripciones de la vida de una época y una sociedad tan reconocible como lejana de nuestra época actual. La tercera razón es que tenemos delante a un maestro de la novela, un clásico que no decepciona.

Tienen, como en otras ocasiones, más opiniones sobre este libro en  La mesa cero del Blasco, La originalidad perdida, en Lo que lea la rubia y en la propia página del Club, donde encontrarán la opinión de Juanjo. Hasta noviembre, creo, con Butcher’s crossing de John Williams. A ver qué nos depara.

4 comentarios en “Grandes esperanzas, de Charles Dickens

  1. Me alegra que esta vez haya habido unanimidad. Me ha gustado mucho y me ha emocionado a ratos. No tanto como Copperfield, pero se le acerca.

    Las descripciones de Dickens son magistrales y en este caso aparecen personajes con muchos matices y en la escala de los grises. Eso es raro para un folletín, pero Dickens consigue lo que quiera, Para esos ES DICKENS!!!

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  2. Reconozco que no lo he leído, o casi. Cuando estaba en BUP me mandaron leer una versión en inglés resumida y adaptada, y eso me hizo cogerle tal manía que me quitó las ganas de leer algún día el original o de ver cualquiera de las películas que se han hecho.
    Esas versiones de clásicos para estudiantes de inglés han hecho más por apartar a los estudiantes de la lectura que varias temporadas de «Sálvame». Alguien debería prohibirlas.
    Quizá me anime a leer la novela, a ver si borro el horrible recuerdo que me quedó. Parece uno de los libros del club que más teha gustado.
    Un saludo

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  3. No veas ninguna de las adaptaciones. Yo había visto la de Cuarón y me aburrí tanto que me daba muchísima pereza leer este libro. Que es fantástico. Lo que me hace pensar que a lo mejor la adaptación no lo es. A lo mejor no. Un rollo.

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