Whitney 12 febrero, 2012 de Cjimenez Cuarenta y ocho años. Una preciosidad de mujer. Una voz llena de caudal, estruendosa en su potencia, que podía con todo. Una preciosidad de mujer. Cuarenta y ocho años. Tu voto:Share this:TweetCompartir en TumblrImprimirCorreo electrónicoWhatsAppMásPocketTelegramMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado
Una frivolidad: ¡Y lo bien que le sentaban los Levi’s! Y no es la primera celebridad que muere en el blanquísimo hotel del Wilshire Boulevard; hace años murió allí también Peter Finch. Me gustaMe gusta Responder
Qué pena que para que se acuerden de ti, tengas que morir… Por fin, descansa en paz. Me gustaMe gusta Responder
Sobre todo para que se recuerde la voz prodigiosa que tenía. Lo de las drogas y el asqueroso de su marido se lo recordaban cada día, creo. Sí, DEP. Me gustaMe gusta Responder
Una autentica pena…
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Sí, mucha pena.
Gracias por tu comentario, Mara. Y bienvenida.
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Una frivolidad: ¡Y lo bien que le sentaban los Levi’s!
Y no es la primera celebridad que muere en el blanquísimo hotel del Wilshire Boulevard; hace años murió allí también Peter Finch.
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Sí, le sentaba bien casi todo. Pobrecilla.
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Qué pena que para que se acuerden de ti, tengas que morir… Por fin, descansa en paz.
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Sobre todo para que se recuerde la voz prodigiosa que tenía. Lo de las drogas y el asqueroso de su marido se lo recordaban cada día, creo. Sí, DEP.
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