Piscinas

Que por qué no me gustan las piscinas, me preguntas. Y yo te digo que no es que no me gusten las piscinas. Lo que no me gustan son los bañistas. Esas personas que no sabes si se han duchado esa mañana, si tienen hongos en los pies, si tendrán algún reparo en mearse, pero de los que te esperas lo peor cuando los ves llegar sudando y tirarse sin pasar por la ducha, que escupen sin reparo cuando llegan al borde, o se limpian la nariz en el agua.

No puedo evitarlo, las piscinas públicas me dan un poco de asco. En esas piscinas compartes el agua con personas con las que no compartirías un vaso o un tenedor. Ya sé, ya sé, que hay un chorro para renovar el agua, pero el tamaño del chorro comparado con el agua estancada no cancela las dudas. Todavía de buena hora en la mañana, vaya que te tira, pero meterse ahí por la tarde…

Pero hay más cosas que no me gustan de las piscinas. Los niños correteando por el borde, que siempre tienes la sensación de que se vana  escurrir y se van a partir la nuca. Los chavales tirándose a bomba al lado de las señoras que nadan con un estilo entre braza y perrito, con la cabeza bien fuera del agua para que no se les estropee la permanente. Las niñas que se dejan hacer aguadillas. Los gritones. Los que juegan a la pelota a tu lado. Los que te pisan la toalla. En fin, todo eso que proporciona una aglomeración de gente poco educada. Si además los pones medio desnudos, muchos de ellos se sienten liberados de cualquier comportamiento que se aproxime a la urbanidad.

En el poblachón este año han puesto un bono para la piscina, después de 30 años o más. Por 30 euros te dan 15 jornadas de horror, y por supuesto, hemos corrido a comprarlo y así ahorramos 1,15 cada día. Aparte del ahorro, hemos vuelto al pasado remoto, de cuando éramos niños y nuestras madres compraban el bono. Cuando el tipo de la puerta lo ha picado, he tenido la misma visión que el resto de mis amigos: la madre enviándote a la piscina porque se acababa el verano y había que gastarlo, aunque hiciera un frío que pelaba y el agua estuviera terrorífica. Yo entonces me bañaba, aunque poco. Ahora me refresco en la ducha, y a veces no paso del bar, aunque el tipo del bar sea… el tipo del bar es otro post, que para un domingo de julio ya me parece suficiente.

3 pensamientos en “Piscinas

  1. A mí todo lo que sea remojarse me gusta; mejor en el mar, pero si no queda otra, la piscina está bien. Eso sí, mejor no pensar en los demás bañistas, porque me pongo mala… Aghhh
    Un saludo

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