Me siento aquí delante y me digo que no voy a hablar de fútbol, aunque hace mucho que no escribo sobre el Madrid. Hoy hemos perdido después de hace-tanto-que-ni-me-acuerdo , después de que los del Valencia nos hayan pegado patadas hasta en el carnet de identidad, que en el Madrid es también y muy a menudo el Permiso de Residencia. Creo que voy a esperar a que redebute el niño Torres en el partido de Copa, para ver si me inspiro un poco.
En vez de eso, de hablar de fútbol, les haré una pregunta: ¿Dónde creen ustedes que van los kilos que pierden? Sí, sí, yo hubiera contestado como ustedes, o incluso si lo hubiera pensado un poquillo lo hubiera relacionado con la energía, por aquello de las calorías. En realidad, hubiera dicho cualquier cosa, porque entre que no tengo ni idea, y que nunca me he hecho esa pregunta, habría estado como todo el mundo hasta ahora: in albis.
Y es que leí hace unos días un artículo en prensa que decía que los kilos que se pierden se transforman en CO2, o sea, los perdemos al respirar. Eso una parte, porque la otra se transforma en agua y entonces ya sí, ya nos acercamos a nuestra primera intuición. Veamos: si se rastrean los átomos uno por uno (hay gente con mucho tiempo, estoy de acuerdo), nos encontramos con que 10 kilos de grasa se transforman en 8,4 kilos de dióxido de carbono y en 1,6 de agua. Pero esperen, que si pensamos en el proceso metabólico completo, para perder 10 kilos de grasa hay que inhalar 29 kilos de oxígeno, y de este modo produciremos 28 kg de CO2 y 11 de agua. Ya, yo tampoco lo entiendo, pero prefiero creérmelo y no perder mucho más tiempo.
Hasta aquí, lo que pone en el artículo – muy resumido. Lo que no pone el artículo es de dónde vienen los kilos que ganamos. Porque si los perdemos a través de la respiración, justo es pensar que los ganamos de la misma forma, o sea, no respirando mucho.
Voy a tomarme un poco de roscón mientras sigo meditando. Eso sí, suspiraré todo lo que pueda antes y después.
Qué curioso. No adelgaces que contaminas el planeta. 🙂 Un beso.
Me gustaMe gusta
Mucho oxígeno hace falta, sí. Por eso cuando salgo a correr termino respirando tan rápido. No da a de sí la caldera de quemar grasa.
Me gustaMe gusta