Estás muy p’allá, tengo que decírtelo, tú lo que tienes es un cuajo a veces para postear que no veas ja ja.
Anda, pásate por mi blog cuando tengas un momentico
Pues nada, voy a dejar otra vez un comentario más largo que la entrada. Estoy sentado frente al ordenador con unos auriculares escuchando mi lista de Spotify y paseando por mi blogroll. Acudo raudo y veloz a uno de mis blogs favoritos (éste) y me encuentro con esta entrada. La autora (una de mis autoras de cabecera), conjuga el verbo cuajar y al final le echa un poco de miel para pasar el sábado «tan ricamente».
Como la empresa es difícil y mis entendederas muy pero que muy limitadas, se me ocurre dejarle un comentario que, en un primer momento, creo que está a la altura. Lo podéis ver encima de éste (siempre y cuando nadie haya publicado otro comentario mientras escribo el segundo).
Al momento -enseguida- de publicarlo me llega un tweet de Carmen J. diciéndome «¿qué pasa? ¿No te ha gustado mi post de hoy? Pues es estupendo para aclarar la garganta!!» Me ha hecho ilusión, mucha ilusión, pero también he caído en la cuenta de que no había pillado el sentido de la entrada.
Gracias Carmen (o Curra) por esta entrada … y disculpa por este largo comentario.
PS Aunque pudiera parecerlo no hay ironía en el comentario.
Ha pasado una cosa rara. Me llegó la actualización de tu blog y al entrar, me dijo que la página no existía. Ahora hace un minuto entro en el Blog de Pater, veo tu entrada, la pincho y está…
No sé. Esto no lo entiendo ni con miel.
Besazo
Estás muy p’allá, tengo que decírtelo, tú lo que tienes es un cuajo a veces para postear que no veas ja ja.
Anda, pásate por mi blog cuando tengas un momentico
http://patchworkdeideas.blogspot.com.es/2012/11/premio-si-lo-quieres-lo-tomas-y-si-no.html
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Jajajaja! Voy.
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Ya te vale. 😉
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Pues nada, voy a dejar otra vez un comentario más largo que la entrada. Estoy sentado frente al ordenador con unos auriculares escuchando mi lista de Spotify y paseando por mi blogroll. Acudo raudo y veloz a uno de mis blogs favoritos (éste) y me encuentro con esta entrada. La autora (una de mis autoras de cabecera), conjuga el verbo cuajar y al final le echa un poco de miel para pasar el sábado «tan ricamente».
Como la empresa es difícil y mis entendederas muy pero que muy limitadas, se me ocurre dejarle un comentario que, en un primer momento, creo que está a la altura. Lo podéis ver encima de éste (siempre y cuando nadie haya publicado otro comentario mientras escribo el segundo).
Al momento -enseguida- de publicarlo me llega un tweet de Carmen J. diciéndome «¿qué pasa? ¿No te ha gustado mi post de hoy? Pues es estupendo para aclarar la garganta!!» Me ha hecho ilusión, mucha ilusión, pero también he caído en la cuenta de que no había pillado el sentido de la entrada.
Gracias Carmen (o Curra) por esta entrada … y disculpa por este largo comentario.
PS Aunque pudiera parecerlo no hay ironía en el comentario.
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¡Cómo me he reído! ¡Qué bueno!
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Tampoco yo lo pillo, me temo. Soy muy corta y raras veces entiendo los chistes. Una pena.
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Es un post para aclararse la garganta.
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Ha pasado una cosa rara. Me llegó la actualización de tu blog y al entrar, me dijo que la página no existía. Ahora hace un minuto entro en el Blog de Pater, veo tu entrada, la pincho y está…
No sé. Esto no lo entiendo ni con miel.
Besazo
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Probablemente porque me equivoqué e inicialmente la publiqué con una fecha distinta. No sé.
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¿Se puede?
Que digo yo que con un poco de suerte a lo mejor cuajar, cuajar, no… pero con no diluirnos…
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¡Adelante, querida!
Nos quedamos en yogur a este paso…
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