Señores, mañana haré huelga de blog. Estoy aquí sin contrato, no cobro un euro y encima tengo que escribir sin corrector ortográfico. Así es que, me auto huelgo yo misma de mí en mi blog.
En otro orden de cosas, mañana iré a mi querida oficina a producir impuestos. No están los tiempos como para reducir los ingresos del Estado, que tiene ahora muchos gastos. Entre otros pagar las subvenciones a los Sindicatos.
¡esquirol! (a medias)
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No, no. Esquirola y a mucha honra. Tú dime qué proponen estos sindicatos de mafiosos y yo haré siempre lo contrario.
Pero en el blog, huelga total y general. Has tenido buen tino por escribir antes de las 12….
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Rápido, allá va mi comentario: Ahora que veo aquí. en el margen derecho de tu blog, esas tonterías cortas de Twitter me ha hecho gracia leer lo de los 8.000.000 de personas que oyeron a Sergio Sauca cantando eso de GOL GLOGLOGLÓ, GOOLOLOLÓ … ¿Estás segura que era eso lo que cantó?
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¿No lo viste? Fue patético. Estaba el tipo como adormilado, moderado y aburrido (y diciendo majaderías de paso), y de pronto marca el Madrid y se puso como histérico, todo muy falso. Es como si me pones a mí a ver un partido de Barça y me pides que cante un gol.
Y decía glogloglo, gologologolo, porque creo que quería hacer algo con la campanilla. Un horror.
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A mí me han llemado esquirola, y otras cosas muy poco finas, cuando he entrado a trabajar. Así entienden los sindicatos la libertad de decidir ir a trabajar.
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A mí ni me han llamado nada. Por mi zona ni han estado.
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Me he peleado a grito pelao con un piquete de unas 100 personas desde mi despacho de la Gran Vía. Reconozco que de haber estado a su altura no lo habría hecho, pero la distancia obraba a mi favor. Les he dicho de todo por ir amedrentando a los encargados de los comercios para que echaran la persiana. Ellos me han dicho de todo y han recordado a mi madre también, como te puedes imaginar.
La democracia, que es maravillosa.
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Mañana ellos no serán nadie, y tú seguirás en tu despacho de la Gran Vía pagando con tus impuestos sus subvenciones.
Espero que tu madre siga bien ¡y que no se lo hayas contado!.
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Debajo del mío, en la calle de Alcalá, ahora mismo unos doscientos estudiantes, o eso dicen que son, están llamando hijas de puta a Esperanza Aguirre y a Lucía Figar, – que tendrán que ver las madres de estas señoras en esto -. Si todos los argumentos son tan ilustrados, pensados y ponderados como parecen dar a entender estas consignas tan burdas, está claro que además de reforma laboral necesitamos una reforma educativa en toda regla.
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Otra consigna exquisita: Mariano, marrano, no llegas al verano.
¡Ay Dios!
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Yo no sé de dónde sacan tanto odio. Probablemente de su ignorancia.
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Un último ejemplo y no contamino más el blog: menos crucifijos y más contrato fijo. (Y tres huevos duros que diría Don Groucho)
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Tú no contaminas, T., estás en tu casa.
Te voy a dar una rima: Cándido y Tocho, cervecita y calimocho.
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