Puertas abiertas, puertas cerradas. Puertas blancas, puertas azules, puertas rojas. Puertas de madera, puertas de cristal. Puertas correderas. Puertas de doble hoja, dobles puertas.
Puertas de acero, puertas blindadas. Puertas con gateras y puertas enrejadas. Puertas falsas, puertas abatibles. Puertas que giran y que al hacerlo agreden con su perfil. Puertas con mirilla, delatoras. Puertas que engañan y puertas que no se deben traspasar. Puertas al lado de otras puertas.
Puertas desencajadas que no se pueden cerrar. Puertas que no son puertas, sino marcos por los que se pasa sin verlas. Puertas con timbre y puertas con aldabón. Puertas con pestillo y puertas con pomo. Puertas con llave y puertas con cerrojo. Puertas herméticas, como las de un refrigerador. Puertas que hacen clac, puertas que hacen flop, puertas que hacen blam. Puertas que son una frontera.
Puertas por las que pasa el aire, como en una corriente. Puertas por las que pasa la gente, como una corriente. Puertas corrientes. Puertas que separan y puertas que unen. Puertas por las que uno entra y se queda. Puertas por las que uno se va y no se queda.
La puerta de la cocina, la puerta del salón, la puerta de la calle. La puerta del ascensor, con su cristal esmerilado, rectangular, que deja ver la sombra del vecino antes de ver al vecino cuando va el vecino.
Puertas por las que se sale al mundo. A un mundo con más puertas.