La caja negra es el titulo del último premio RBA de novela negra, que he terminado ayer. Creo que me voy a aficionar a este tipo de novelas policíacas, porque pasas un rato muy distraído entre la intriga del caso y las peripecias de los polis que, si además son americanos, dicen cosas como «hasta luego, Pistol Pete» que te hacen creer de nuevo en la permanente evolución del ser humano. El autor de la novela es Michael Connelly, que ha escrito un porrón de novelas con el mismo protagonista, Harry Bosch, un inspector entrado en años que tiene tanta experiencia como pundonor y sentido del deber. Un policía de la antigua escuela. El título La caja negra es una imagen que utilizaba un compañero del inspector Bosch para hacer referencia a la clave a partir de la cual se resuelven los casos de homicidio.
– Efectivamente, como sucede en los accidentes aéreos. Tienen que encontrar la caja negra, en la que se registran los datos del vuelo. Si encuentran la caja negra pueden saber a ciencia cierta el origen del accidente. Frankie decía que lo mismo sucede en relación con una escena del crimen o un caso de asesinato: que siempre hay un elemento en particular que hace que todo lo demás cobre sentido. Si encuentras ese elemento, te ha tocado la lotería…
Si les digo la verdad, yo no me he enterado muy bien de cuál es la caja negra que encuentra el inspector, que es una hormiguita testaruda que va siguiendo los pocos rastros que deja el asesinato de una periodista danesa de paso por Los Angeles, ocurrido ni más ni menos que 20 años antes. Un viejo caso sin resolver que el inspector se toma como un caso personal, y que va desentrañando con mucha paciencia y algo de fortuna, hasta que resuelve el misterio. No creo que con esto les esté destripando nada: este autor escribe claramente para que le compre el libro una productora, algo que ya le ha pasado en dos ocasiones, y claro está que, como en toda película americana que se precie, el asesino muere y el perro se salva. Digo en toda película que se precie, no digo que esto pase necesariamente en este libro. Y me callo ya porque voy a terminar diciendo lo que no debo.
En fin, el libro está bien escrito, la trama está muy bien trabada, el estilo es ágil y ameno, y aunque acabe liándonos un poco con algunos personajes que de pronto aparecen en tromba, se lee con mucho interés, e incluso con un poco de miedo en algunos pasajes, con un final trepidante y, desde luego, muy peliculero.
No se imaginan las ganas que tenía de leer un libro así. Con hilo, madeja, nudo y desenlace. Y cada cosa a su tiempo y lo que es mejor, en su sitio.
Pues tomo nota porque pinta muy bien lo que cuentas A mi también me gusta de vez en cuando un libro con cierre redondo…Besotes
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Te gustará, es distraído.
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Me gusta mucho Michael Connelly, y estoy muy de acuerdo con lo que dices, en cuanto a la construcción de la novela y a que escribe claramente para vender guiones.
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Es que se les nota a la legua. Especialmente a los americanos. Pero este libro sería una buena peli, yo creo.
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Pues me lo apunto. A mí me gusta bastante la novela negra y hace tiempo que no me leo ninguna, aunque tengo esperando varias de Jim Thompson que me gusta mucho.
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Yo no leo casi novela negra, pero me voy a aficionar. Se te pasan todos los males (se los traspasas al asesinado)
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Me encantan las novelas negras. Y las de espías, más, incluso. Me relajan muchísmo. Tengo un gran repertorio, así que a tu disposición.
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Pues yo no tengo afición, lo digo más arriba. Pero es verdad que relajan, porque son novelas que te separan completamente del mundo en el que vives. Supongo que a un policía de verdad no le gustará leerlas ¿no?
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