Crímenes

crimenes Ferdinand von schirach unmundoparacurra«Nuestro derecho penal se basa en el criterio de que no hay pena sin culpa. Imponemos una pena según la culpabilidad de una persona; nos preguntamos hasta qué punto podemos hacerla responsable de sus actos. Es un asunto complejo. En la Edad Media era más sencillo, se castigaba según el delito: a un ladrón se le cortaba la mano. Siempre y sin excepción. No importaba que hubiera robado por codicia o porque de lo contrario se habría muerto de hambre. La condena era entonces una suerte de aritmética, a cada delito le correspondía una pena determinada. Nuestro derecho penal es más sabio, hace más justicia a la vida, pero también es más complicado. El atraco a un banco no es siempre sólo un atraco a un banco…«

Ferdinand Von Schirach, un afamado abogado criminalista de Berlín, dice esto al final de su libro «Crímenes», en el que nos va contando, con el estilo del entomólogo (o sea, sin demasiada pasión pero de forma precisa), algunos casos de los que se ha ocupado en su carrera profesional y en los que nos muestra la historia que se esconde más allá del delito. Busca la culpa y la encuentra, aunque no siempre en sus defendidos y tampoco necesariamente en sus víctimas. Sin ñoñerías, con sobriedad, sin esconder a sus clientes tras un empedrado que suele ser  muy socorrido, nos va relatando casos muy interesantes en los que siempre hay razones para el crimen y explicaciones que nuestra sociedad a veces tiene en cuenta para perdonar y a veces castiga de forma implacable, pero que tiende a compadecer.

Una reflexión sobre el delito, la pena, la culpa, la prevención, la locura, la defensa, la agresión, el odio, el amor, la fatalidad, la casualidad. Un buen libro que me recomendó mi  librera favorita el último día que fui a su librería. Léanlo.

19 pensamientos en “Crímenes

  1. YO sin embargo lo tengo muy claro, delito es delito y punto, no estoy de acuerdo en la barbarie de cortar una mano al ladrón pero si en que se cumplan penas de carcel y estas deben ser bastantes mas duras de lo que son ahora.

    Me baso en algo muy sencillo, nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE tiene derecho a cogerme la cartera, ni por codicia ni por hambre, la cartera es mía y punto y si alguien me la quita y le trincan, a pagar y a pagar bien, no como ahora que los cojen y a las dos horas ya están otra vez sueltos.

    Y lo mismo para el resto de delitos y cuanto mas grave, mayor la pena hasta el punto de que para los delitos de asesinato, terrorismo, secuestro y violación debería haber pena de cadena perpetua SIN DERECHO DE REVISIÓN, es decir, que el que ande con esos temas que vaya teniendo en cuenta que si le pillan, no va a volver a darse un paseo por la calle.

    Lo que ha pasado en nuestra época es que lo que llamamos democracia se ha convertido en «primocracia» o «pringaocracia».

    Los derechos humanos y la libertad son para quienes NO ATENTAN contra los mismos, los que lo hacen deben ser separados de la sociedad no solo para que paguen por lo hecho si no también para evitar que repitan (y por lo tanto, la reincidencia debería conllevar un aumento de la pena hasta llegar también a una pena de cadena perpetua).

    Todo lo demás es «buenismo progre» que lo único que ha traido es eso, que hoy en día los «choros» y lo que es aun peor, los violadores, los terroristas y demás gente peligrosa pasen un pequeño tiempo en la carcel, se beneficien de unos derechos penitenciarios que no deberían existir y al poco estén tranquilamente paseando y hasta pavoneandose y chuleandose de sus víctimas.

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    • Oye, pues sí que te has enfadado con el post.
      A ver, que este abogado es alemán, y allí las cosas son un poco distintas. Y lo que hace es contarnos casos muy interesantes que ha llevado, desde un atracador de bancos que se redime en Africa, hasta un hombre que mata a su mujer porque le estuvo haciendo la vida imposible durante tropocientos años. Todos los crímenes tienen una causa, una explicación. Las penas que les impongan son otra cuestión, y que les hagan cumplir también.
      En fin, yo te sigo recomendando el libro, es muy distraido.

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  2. Lo curioso es que el delito es algo tipificado, normatizado incluso me atrevería a decir que racionalizado; en cambio la culpa …no deja de ser un sentimiento (que parece personal) . Sin embargo parece que ambos tienen que ir «unidos» para que exista un orden.

    PD .Si no te importa traslado tu recomendación a Modestino (todo un experto en novela criminal)

    Un abrazo.

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  3. Dios mio!!!! el finalismo y el causalismo en modo recurrente, el desvalor de la acción y del resultado y la aprioristica incriminación generica de los delitos culposos… buahhhh quiero llorar!!! la conciencia y la voluntad de realización de los elementos objetivos del tipo!!! La omisión y el iter criminis!!!
    Dame fuerzas para no ejercer…no me dejes caer en la tentación aunque el dolor famelico de la crisis me atrape entre sus garras…!!!
    Los penalistas están todos ligados por una fuerza masónica que los une en parejas: Vives Anton y Antón Oneca; Cerezo Mir y Mir Puig; Muñoz Conde y Conde Pumpido. ¿Cómo puede explicarse sí no tanta coincidencia?

    Y después de que cientos de cabezas pensantes de penalistas ilustres costruyan sus teoría y sus onanismos sistemáticos…. llegan y sueltan al chino más malo entre los malos «por un defecto de forma» y con un par de cojones presenta hoy un querella contra el juez con las intenciones aviesas de poderlo recusar mañana por si le da la manía de volverlos a entrullar!!
    no entiendo más penalismo que el del puño de dredd !!Viva def con dos !!

    amen

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      • Qué alegria!!!!!!!!!!!!! mi comentario regurjitado del estomago del rumiante paciente que vive en el fondo del word press!!!
        En efecto a veces pierdo la presencia de espiritu y desvario…consecuencias de mi etapa de oposiones fracasadas (perdon deposiciones)!!
        Yo te hacia del mundo del derecho, no sé porqué.

        Seguramente mi consecutivo/a «T» (por cierto me he metido en su blog y me ha encantado) entenderá de lo que hablo. En nuestras «brillantes» facultades de derecho divagan semanas y semanas, consumiendo la vida de ardientes universitarios/as que debieran dedicar su fogosidad a emparentarse entre si y no a estas cosas, discutiendo sobre si la culpabilidad es la reprochabilidad personal de la conducta antijurídica o meramente la conciencia y voluntad de realización de los elementos objetivos del tipo.
        que en cristiano es de lo que habla tu post.

        Los fulanos que cito son nombres de penalistas eruditos, que en la ociosidad de nuestras clases de derecho penal jugábamos a enlazarlos.

        La de def con dos es el resumen del desvario. El sueño de la razón produce mostruos, unido a ella es la madre de todas las artes» que recitaba mi compatriota Goya.

        amen y feliz navidad

        Ps-. acabo de decidir sumar este blog a mi lista de blogs que sigo Hala así sea!!!

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        • No, no. Fui del mundo del derecho un primer año y lo dejé. Me faltaba vocación. Yo provengo del mundo del marketing, con perdón, aunque ahora hago otras cositas en donde sólo lo percibo de refilón. Pero el mkt es algo que conviene no tomarse muy en serio si no se quiere parecer un imbécil. Y es algo que impide comprender a la primera frases como «si la culpabilidad es la reprochabilidad personal de la conducta antijurídica o meramente la conciencia y voluntad de realización de los elementos objetivos del tipo».

          Tu consecutiva tiene un blog de lo más interesante, sí, estoy muy de acuerdo.
          Me alegro de que me leas, el sentimiento es mutuo.

          Ah, y sigo pensando que estás como una cabra.

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  4. qué ha sido de mi brillante comentario de anoche !!!!!!!!!! (buahhhh (lloro)) te odio wp por mandar al cielo de las ideas perdidas mis sesudas reflexiones, ahora vagaran como una nube por el cielo azul adoptando formas inverosimiles hasta hacerse agua en forma de lluvia y lágrimas (buahhhh, más lloros)

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  5. Cuando yo estudiaba Derecho, el principio básico era éste: ‘Nullum crimen, nulla poena sine praevia lege’ – esto sí que es ser snob, querida 😉 – . Y a partir de ahí, ya entrábamos en el dolo, la culpa, la negligencia y las circunstancias agravantes, atenuantes o eximentes que yo sí defiendo que se tengan en consideración. Con lo que no estoy de acuerdo es con la normativa penitenciaria que demasiadas veces, deja en agua de borrajas el cumplimiento de las penas que establece el Codigo Penal. Pero bueno, que el libro tiene buena pinta y lo anoto porque a mí el género negro – da igual en qué modalidad – me encanta.

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