El título de este post es también el del estrafalario título de un libro que he estado leyendo la semana pasada y que me ha encantado, y eso a pesar de una traducción por la que la editorial debería haberme hecho un descuento del 50% para compensarme el dolor de espalda que me producía tener que agacharme a recoger los ojos del suelo de forma permanente.
Guernsey es una de las islas británicas del canal de la Mancha y fue ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Durante la ocupación, unos lugareños crean una Sociedad literaria en la que se reúnen para hablar sobre los libros que leen, alrededor de un pastel de piel de patata (lo único que tienen para fabricar el pastel). Y esta es la explicación del título. En cuanto a la trama, se puede contar que recién terminada la guerra, una escritora londinense de éxito que está buscando un tema para escribir un nuevo libro, recibe un buen día la carta de uno de los habitantes de Guernsey en donde le pide referencias sobre el autor de un libro. Esta casualidad hará que poco a poco empiece a interesarse por los miembros de la Sociedad literaria y por el resto de los habitantes de la isla y sus peripecias. Y no cuento más, que voy a terminar soltando lo que no debo.
El libro se lee a través de la correspondencia que la escritora mantiene con los habitantes de Guernsey, con su editor y con una amiga, un género que a mí particularmente me parece dificilísimo y que no siempre está muy logrado, porque cada carta debe tener entidad y además estar al servicio de la historia, y no me parece nada fácil engarzar todo. En este caso, la ficción está bien construida, por fortuna. Pero sobre todo, es el tono del libro, que a pesar de contarte algunas penas de la ocupación es desenfadado y optimista; la galería de personajes, gente muy campechana, personajes llenos de ingenuidad y de simpatía; y el humor del libro, ese humor inteligente moteado de excentricidades que yo creo que sólo se encuentra en la novela inglesa (aunque esta autora es americana), y que a mí me parece divertidísimo.
En fin, un maravilloso desengrasante que me ha venido estupendamente después del dramón de La vida entera. Y ahora creo que volveré a la seriedad y gravedad del mundo actual y miraré a ver qué me cuenta Baverez nueve años después de escribir aquello de “La France qui tombe”. Creo que todavía hay esperanzas, porque el título no es “La France est tombée, finalement” sino “Reveillez-vous (despertaos)”. Espero que para despertarme no necesite ponerme muchas alarmas…. En fin, que se ande con ojo que no estoy yo para muchas penas, para muchos oh-la-las, y para muchas attentions. Y además, hace tanto que no tiro un libro por la ventana…
Pues tomo nota, pero ¿sabes? es que cada vez leo menos No encuentro el tiempo……en fin, tengo que solucionarlo Un beso
Me gustaMe gusta
Pues este libro es cortito, y se lee solo.
Y si no tienes tiempo, será que tienes otras prioridades. Y la solución a eso suele llegar sola 🙂
Gracias por el comentario
Me gustaMe gusta
Ese libro es estupendo, sí.
Me gustaMe gusta
Sí. Estamos de acuerdo pues.
Me gustaMe gusta
Me encanta leer tu blog, Carmen, un descubrimiento realmente placentero. A ver cuando te lanzas y escribes una historia larga, o un libro, quién sabe… Hay mucha vida detrás de tus palabras.
Me gustaMe gusta
Me falta el tiempo y la paciencia, pero sobre todo el talento.
Pero muchas gracias: si algún día me vuelvo osada, te lo haré leer, aunque sea a la fuerza 🙂
Me gustaMe gusta
Jajaja, me dejaré
Me gustaMe gusta
Este libro lo tengo en mi lista de pendientes porque todo el mundo habla muy bien de él!
Me gustaMe gusta
Está muy bien, yo creo que te gustará. Bueno, o no, que últimamente no soy muy de fiar 🙂
Eso sí, la traducción es molesta, pero bueno, yo eso lo termino perdonando si el libro vale la pena.
Me gustaMe gusta
Parece interesante. Un beso.
Me gustaMe gusta
Pero a que velocidad lees tu?
Desde luego con ese título no sé yo si me hubiera dado por leerlo, pero me gusta lo que explicas sobre él, parece que promete.
Besitos
Me gustaMe gusta
Huy, yo leo a una velocidad muy normalita. Si tú vieras a otros (elblasco.blogspot)… O mi madre, que lee a una velocidad supersónica y si le ha gustado, entonces se lo vuelve a leer despacio.
De todos modos, no comento todos los libros, sólo si los encuentro muy recomendables o tienen algo que me hace gracia y que me da motiva para un post. Has pillado dos un poco seguidos, eso es todo.
Me gustaMe gusta
Me encanta el sistema de tu madre 😉
Me gustaMe gusta
Es así. No creas, que no acabo de entenderlo…
Me gustaMe gusta
¿Tan mala es la traducción que te has planteado en más de una ocasión lanzar el libro a la vía pública, pero has aguantado pacientemente hasta el final, o a pesar de ella has descubierto un libro lo suficientemente interesante como para que tu abogado exija a la editorial que te pague el fisioterapeuta pero se plantee reeditarlo con una traducción mejor?
Un saludo.
Me gustaMe gusta
Lo segundo, lo segundo es muy buena idea. La traducción es espantosa, de esas que si el libro no vale la pena lo acabas dejando. Pero el libro vale la pena. Deberían darse cuenta del daño que hacen a los autores estos señores que traducen tan mal.
Gracias por tu comentario.
Me gustaMe gusta