La basura, ese lujo madrileño

Los que no sean de Madrid tal vez no sepan que los madrileños tenemos una tasa especial para la recogida de basuras desde el año 2009. Hace tres años, el anterior alcalde, hoy Ministro de Justicia y Notario Mayor del Reino, descubrió un lunes por la mañana que no nos cobraba lo suficiente por generar desperdicios. Lo que ya no soy capaz de recordar es cuál fue la excusa para pegarnos el palo, pero en su mentalidad paternalista prevalecerían, sin duda, un par de reconvenciones muy de gobernante, a saber, que no es menos guarro quien más limpia sino quien menos ensucia y que la cáscara de la sandía también se come.

Pero no piensen vds que nos cobraba más por lo mismo. No, no. Además de la tasa, nos impuso dividir la basura en bolsitas de colores con el aviso de que como se encontrara una cáscara de plátano en una bolsa azul multaría a todos los habitantes del inmueble, no tanto por entender que la culpabilidad es solidaria como por multiplicar cabalmente el importe de la multa por el número de vecinos. Que luego se mezclen los colorines en el punto de destino es lo de menos, que tampoco hay que meter la nariz donde no nos llaman, mucho menos en un basurero.

Ahora, tres años después, Anita Botella, Alcaldesa de Madrid por una gracia de Rajoy, ha echado números y ha llegado a la conclusión de que le falta pasta, a pesar del atraco. Pero no va a subir más la tasa, así que ya podemos respirar tranquilos. Ahora bien, una cosa es respirar tranquilos y otra poder respirar todos los días, porque a continuación ha anunciado que no se recogerá la basura a diario. Luego sale un tal Pedro Calvo, esbirro de competencias ampliadas y capacidades disminuidas, y suelta esta perla: «Esto es peor, pero no malo«, a lo que yo le respondo que si no es mejor, será que no es bueno y que si quiere seguir con jueguecitos de palabras que oposite para un parvulario. Y luego, por si acaso no ha quedado claro que no necesitamos ni un delegado de empleo ni a ningún calvo, nos dice que no nos preocupemos, porque «la calidad del servicio seguirá intacta«. Entonces: que haga oposiciones para un parvulario, sí, pero de alumno.

También he tenido que leer que somos la única capital europea que recoge sus basuras cada día, así es que despídanse del sol madrileño porque tendremos que alinearnos con la lluvia de otras capitales. Y estoy esperando el argumento monguis de la semana, que consistirá en decirnos que lo que pasa es que no reciclamos lo suficiente, y que esta es una medida buena para los madrileños porque nos ayudará a comprender el coste de los servicios públicos. Tócate las narices. O mejor, tápatelas.

Ya esta mañana he oído en la radio cómo un tertuliano afín al PP decía que podía entender la medida, puesto que con la crisis se generaba menos basura. O sea, que con la cáscara de sandía los madrileños estamos haciendo croquetas. Eso, o que ya nos comemos hasta las ruedas de un molino…

13 comentarios en “La basura, ese lujo madrileño

  1. Estoy hasta el moño de los sacaperras. Yo vivo en la sierra, pero es igual.
    Estamos rodeados de políticos sacaperras que solo piensan en cómo cuadrar sus cuentas a costa del prójimo.
    Saludos

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  2. No sé si es porque hace ya un tiempo que te leo, pero lo cierto es que cada día escribes mejor. Me encantan tus juegos de palabras (con las narices en este caso) y especial gracia me ha hecho lo de las oposiciones a parvulario.

    Carmen, habla con tus jefes (¿o eras tú la jefa?), tómate un año (o más) sabático y dedícate a escribir.

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  3. Hasta el gorro estoy. Además que una tasa no es un impuesto por lo que no se puede utilizar el dinero de los impuestos para pagar la recogida de basuras (esa es la excusa que encontró el notario mayor del Reino), ni con la tasa pagar parte de la prodigiosa deuda de nuestra ciudad. Así que es algo difícil de entender el ahorro que va a suponer dicha medida.

    En cuanto a lo de que es la única capital donde se recoge la basura todos los días, eso de igualar hacia abajo es algo que no acabo de entender. También éramos la única ciudad en la que ir en metro al aeropuerto no tenía recargo y ahora cuesta cinco euros.

    Eso por no hablar de los criterios de la tasa. Por que nosotros sólo estamos un escalón por debajo del nivel más alto de la tasa. Es decir, que pago diez o veinte euros menos por la recogida de basura que la Duquesa de Alba, por poner un caso.

    Bueno, podría seguir, pero noto cómo me voy encendiendo así que voy a parar…

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  4. En ese sentido, todos somos Cayetana, Carmen. Y pagamos como si viviésemos en Liria, en Dueñas, en Monterrey y en el resto de casoplones de la duquesa. Lo que no sé es lo que pagan en Montealina, que es donde vive la alcaldesa pero tampoco me extrañaría que por ese concepto, pagasen bastante menos.

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