Yo nunca fui mala estudiante, aunque tampoco formé parte del club de los gafotas, salvo en algunas asignaturas muy concretas. Sin embargo, durante la carrera, hubo una asignatura que se me atragantó y que hoy en día, muchos años más tarde, sigue siendo un sufrimiento para mí. Se trata de la Contabilidad, algo que aparentemente es muy facilito, excepto cuando no cuadra. Yo con la contabilidad tengo el mismo problema que con los toros. A ver, cuando hablamos del pitón derecho ¿Es el cuerno derecho respecto al toro o al torero? Y me dirán: es lo mismo, porque el cuerno derecho del toro pasa por la derecha del torero. Pues depende, porque en el pase de pecho no y si le cita de espaldas tampoco. Y ya no digamos cuando el toro le pega un revolcón al torero, que entonces el pitón derecho se lo ve pasar el torero por la coronilla.
Con la Contabilidad me pasa algo parecido. ¿De qué pago hablamos, a ver? ¿Del que hago yo o del que me hacen a mí? La convención es que tú haces un pago a un proveedor, y un cliente te hace un pago a ti. Hasta ahí bien pero si yo he pagado por comprar cien jamones y sólo he vendido uno ¿A que no cuadra? Y como no cuadra, entonces empezamos a inventarnos cosas: que si activos, que si pasivos, que si valor contable, que si patrimonio, que si el fondo, si el inmovilizado, si las mercaderías, si los asientos, si el mayor, si el diario, el balance, la obligación, la letra, el descuento, que si el dividendo a cuenta, si el capital, si el circulante, el no circulante, el paralizante… Qué barbaridad, hasta que llegamos al saldo y al efectivo, esto es una pesadilla.
Así es que, cuando el toro sale, lo único que se me ocurre decir es aquello de «que Dios reparta suerte».
…esta entrada es de rabiosa actualidad Carmen, porque centra el meollo del asunto, que es aquel en que un ingreso no es un cobro o un gasto no es un pago (Principio fundamental de la Contabilidad por partida doble…) Ya sabes si todo se hubiera hecho al contado… no habría crisis ni cortes de oreja.
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Exactamente. ¡Por fin alguien que me entiende!
Gracias por tu comentario, Tomae.
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Pues yo de contabilidad no te puedo aclarar nada. Además la de mi empresa es totalmente imaginativa, salvo ahora que nos proponen que nos quitemos un cuarto de nuestrp salario. Me viene a la memoria el Mercader de Venecia y su nothing more and nothing less, but a pound of flesh…
Lo que sí te puedo indicar es que el pitón derecho es el derecho del toro y el izquierdo el izquierdo del toro… creo…
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Me da a mí que la mayoría de las contabilidades son imaginativas. Si no, no se entiende el estado actual de las cosas.
Y lo del pitón ya me lo han dicho cien mil veces, pero yo sigo armándome un jaleo entre el toro y el torero.
¡Gracias por tu comentario. Por lo que veo, sigues probando ordenadores…
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Está muy feo decirlo, pero a mi se me da fatal.
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No está feo decirlo. Lo que está feo es decir que sabes, y no saber.
Muchas gracias por pasarte y por tu comentario, María.
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Ufff, siempre digo que yo soy de letras y hasta esas se me escapan a veces….
Un saludo
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La contabilidad es un genero literario más. De ficción, naturalmente.
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Jaaaaaa, ja, ja !
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La Partida Doble no tiene «principio ni fin», es simplemente quedarse en los efectos sin comprender las causas. O sea quedarse en el mundo de la ignorancia. Conocer qué, porqué y para qué. La Contabilidad sigue dejando transcurrir un mundo real (el de las Actividades Socioeconómicas), sin buscar respuestas, de ahí tu confusión. En //cienciadelacontabilidad.com puedes reflexionar al respecto.
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Ciertamente, en lo que a la Contabilidad se refiere, vivo en el mundo de la ignorancia. También me gusta frecuentar el de la ironía, menos exacto pero mucho más distraido, se hable de contabilidad, de toros o de neutrinos. Tal y como dice la cita de Javier Marías en la cabecera del blog «A veces el saber verdadero resulta indiferente, y entonces puede inventarse».
Muchas gracias por su comentario. Visitaré su blog y seguro que aprenderé mucho. Falta me hace.
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Muy oportuno T y divertido tu comentario, me has hecho sonreír, que por otra parte, bien falta me hace.
Sólo un apunte, la ficción de una, me es lúdica ,y ,la otra, me produce fuerte dolor de cabeza muchas veces. Por lo demás, alabo tu sentido del humor…un diez.
Saludos.
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Cuidado T, llamas ficción a la Contabilidad como técnica. Pero no hay ficción en la REALIDAD CONTABLE, esa que existe en cada negocio, oficina, complejo, cine, librería, supermercado. Realidad que es mucho más rica y compleja que esta técnica que puede ser mejorada para el 3er. milenio.
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