Esto se está saliendo de madre. El uno no deja de ser un payaso, y el otro es un niñato. Veamos cómo quitar dramatismo al duelo entre José Mourinho y Pep Guardiola:
Eran dos chicos requetefinos, eran dos chicos medio chiflaos
Eran dos chicos casi divinos, eran dos chicos… ¡desbarataos!
Si se encontraban en una esquina, o se encontraban en el café
Siempre se oía con voz muy fina, el saludito de Don José
– Hola, Don Pepito
– Hola, Don José
– ¿Pasó usted ya por casa? (¿ Quiere que le recuerde un miserable empate que supo a gloria?)
– Por su casa yo pasé (prefiero olvidarlo y estoy disimulando desde hace 10 días)
– ¿ Y vio usted a mi abuela? (aunque lo dudo, porque no tengo)
– A su abuela yo la ví (es mentira, pero me acordé mucho de su padre)
– ¡Adios Don Pepito! (que te den)
– ¡Adios Don José! (que te den a tí)
Y aquí les dejo esto para que lo canten. Que gane el… que meta más goles.
Imagino el disgusto que tienes, así que no hurgaré en la herida.
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No sé si es disgusto. Pero ya que lo dices…
Mira. A mí no me gusta Mourinho. Para ser un chulo, hay que tener clase y talento. Y si hay que elegir, entonces me basta la clase. Quiero decir que no discuto el talento, pero esto forma parte de las competencias de la persona, y la clase tiene que ver con el estilo, esto viene de serie. Y este tipo confunde las dos. Es un patoso, un piojo puesto en limpio. Ruido, ruido, eso es todo, ruido. A ver: Si tienes clase y talento, o eres Luis Miguel Dominguín o te mata un toro. Y lo demás, tonterías. Se pone a portagayola y 5-0. Total: que si va mal la faena, la culpa es del viento. ¿El toro? ¿Qué toro? La culpa, del viento…
En Madrid, EN MADRID, la patria de los chulos, ya ni distinguimos a un chulo con clase de un chulo de barrio.
El Madrid es fútbol y el fútbol es emoción y sentimientos. No es una calculadora, es una cuestión aspiracional. Son colores, son alegrías y son decepciones. Y las decepciones tienen que dejarte el corazón latiendo, porque si no, estamos en la oficina. Mourinho es un vendeplanchas que confunde el ajedrez con el backgammon, y claro, un árbitro le fastidia la estrategia. Amigo: en el futbol hay un componente de azar ¿no lo sabías?
Pero Mourihno es lo de menos. El Real Madrid ha elegido a un constructor, un ladrillero, un especulador, un tipejo que hoy está en el palco y mañana pegándose por un puesto en el consejo de Iberdrola, de presidente del real Madrid. Un monigote que alterna el Marca con el Expansión, y que por eso sale en el ABC. Un hombre de éxito, forjado en la estadísticas y en las hojas de cálculo, un entendido del ROE y del ROI, un prenda a quien le importa el retorno de la inversión. Los sentimientos… Ah, sí, lo del Marca. Y eso ¿cuánto vale? Cuatro torres en la Castellana, eso es el Real Madrid. En el monopoly también hay dados, por cierto. Mourinho no es el problema, es una consecuencia. Florentino es el problema. Un problemón.
Dices esto y es que eres viejo. No, ES AL REVÉS, ES JUSTO AL REVÉS. Yo tengo mi sueldo, yo vivo de mi sueldo. Yo tengo mi familia, mis amigos, les quiero a ellos. Yo tengo mi vida, mi futuro y mi pasado, no los necesito. ¿De qué hablamos? De pasar un rato divertido. Y tengo que oir hablar de estadísticas, resultados, nº de socios, ganancias y beneficios. A Florentino habría que devolverle por memo, por canalla, por mentiroso, por embaucador, por timador, por estafador, por suplantador. Porque no ha entendido nada, y porque no entenderá nada. Nada de mí: hay una masa de bobos que le siguen. Yo no le sigo. No sé qué vende, pero yo no he venido a comprar eso que vende él. Dadme un juego, no me deis un problema. Y mucho menos, un disgusto.
Y cuidado: guardiola y toda su tropa son un hatajo de hipócritas y de víctimas falsas. Una panda de mentiras, un fútbol de bostezo disfrazado de estadística de posesión. Una mentira de fútbol. Una pantomima disfrazada de nacionalistas memos. Un bluf, un diseño, una tontería de marketing, un souflé de viento, una guarrería. Yo quiero ver tipos duros, y no gilipollas y amanerados. O mamarrachos con cara de tontos. No es el mejor equipo del mundo: es mentira. Dicen que la selección es el barça. ¿si? Pues ganó un mundial a base de 1-0. Venga ya.
No hay una herida. Hay dos. Tres, si cuentas la cantidad de amigos que defienden «eso» que hoy se llama Real Madrid. Y medio millón si cuentas los que defienden esa progresía de manicomio que se llama Barça.
Prefiero un 0-5 a esto.
Termino: HALA MADRID.
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Tienes toda la razón, Carmen. A mí el futbol no me interesa nada pero me espanta la zafiedad a la que se está llegando. Mis hermanos que también son madridistas opinan lo mismo que tú. Y reconozco, que cuando escucho a Mourinho me dan ganas de tirarle algo a la cabeza. El otro día me pareció fatal que dijese que la eliminatoria ya estaba perdida. Porque hay partido de vuelta, porque como tú dices, el azar también juega y porque el Madrid tiene demostrado que es capaz de remontadas casi épicas.
Supongo que se ha perdido el señorío y el buen gusto en casi todo y el Madrid tampoco se ha librado.
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