En el XL Semanal hoy tenemos un hermoso reportaje sobre relojes.
La cosa empieza por «15 Iconos en la Muñeca«. ¿En la muñeca de quién? Pues de Steve McQueen, James Stewart, Harold Lloyd, Paul Newman, Alain Delon, Cary Grant, Marlon Brando, Yves Montand, Rodolfo Valentino, Sean Connery, Gary Cooper, Humphrey Bogart, Clint Eastwood, Michael Caine y Bob Dylan. Si no me equivoco, de los quince, diez están entre bastante y muy muertos. En cuanto a los cinco restantes, yo les regalaría un reloj de cuco porque no deben tener ya la vista para demasiadas tonterías.
El reportaje sigue por las «Esferas Espectáculo«, a cuyo tal espectáculo yo, particularmente, añadiría el adjetivo de «horripilante». Luego pasamos a una página dedicada a los «Muy Especiales» donde encontramos el famosísimo Bovet Amadeo Fleurier Tourbillon Jumping Hours – menudo lío de idiomas -, que cuesta la friolera de 236.000 euros. Ahora bien, como se puede usar de 8 formas distintas, digo yo que te sale en realidad a 29.500 por forma, o sea que te lo dan tirado.
Después nos enteramos de que los relojes pueden personalizarse hasta lo inimaginable: con la propia huella digital impresa en la esfera. Efectivamente, inimaginable.
Luego, en el apartado «Alta Complicación» encontramos el Omega Skeleton Central Tourbillon Co-axial Platinum, cuya jaula de titanio da un giro completo cada 60 segundos y compensa el efecto de la gravedad. No sé si lo último es consecuencia de lo primero: yo-solo-transcribo, yo-no-lo-sé. El precio es de 200.780 euros. Y aquí me paro: Hay que ser cutre para poner ese precio. A estos niveles se redondea, hombre, se redondea.
En fin, después de un publireportaje disimulado de Rolex, llegamos a la sección «El accesorio Rey«, título originalísimo que yo cambiaría por «Misery Clock», por ser más indicativo de los relojes que nos proponen: no se sabe si son baratos porque son feos o son feos porque son baratos…
El domingo que viene, ABC castigado, me da igual la película que traiga.

Hacía mucho tiempo que no veía juntos tantos relojes tan horrorosos. Quien hizo la selección tiene el gusto extraviado y no tiene ni idea de lo que es un buen reloj. Olvidarse de los Vacheron o los Audemars para centrarse en horteradas carísimas es, efectivamente, para castigar al ‘colorín’ de ABC dos o tres semanas.
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Bueno, las marcas que citas tampoco son de 100 euros…
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Pero no son horteras. Y ya que se ponen a enseñar relojes supercarísimos, Por lo menos que nos enseñen los que son un icono de buen gusto, además de de estar maravillosamente bien hechos. No se debe confundir valor y precio, que decía el poeta. Yo llevo años diciendo que me voy a hacer un ‘cerdo’, léase hucha, para comprarme un Audemars y no hay manera. Es mi más preciado objeto deseo. Aunque no el único.
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Pues nada, T., ya está todo dicho. Yo te lo regalo para tu próximo cumpleaños, no andes sufriendo por eso (naturalmente, me refiero al cerdo, no al Audemars…)
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¡Por algo se empieza! 😉
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