Día del Pilar en casa

Hoy es 12 de octubre, día del Pilar, de la Hispanidad, la Fiesta nacional en la que conmemoramos el descubrimiento de América y, sobre todo, sobre todo, día de comer tarta en no pocas casas. Pues sí, porque Pilar es un nombre bastante común -y bonito, para mi gusto-, y también muy celebrado en muchas familias. El santo de las pilares es, como el de las cármenes y las inmaculadas, una festividad de la que te avisan en el telediario. Y eso mola, se lo digo yo que lo vivo cada 16 de julio.

En mi casa tenemos una Pilar, mi tía Pilar. ¿Quién no tiene una tía Pilar, a ver? Seguro que muchos de ustedes tienen una, pero ninguno tendrá una como la mía. Mi tía Pili es estupenda y no es pasión de sobrina. Es un hecho objetivo, factual, comprobado e irrefutable. Y además, es algo que no digo yo sola (y el resto de sus sobrinos), no: esto es algo que dice todo el mundo. Así es que además de un dato empírico, es democrático. Mi tía Pilar es un amor.

Siempre de buen humor, siempre mirando optimista a su alrededor, siempre poniendole al mal tiempo buena cara. Incluso en esos momentos muy duros que la vida le ha obligado a vivir, como nos obliga a todos. Su diferencia es que deja que esos momentos sean momentos que pasan. Lo que los modernos llaman resiliencia, eso es. Y cuando vuelve a su estado natural entonces te hará reir, porque otra cosa no tendrá, pero reirte con ella te ríes un rato. En eso ha sacado la gracia que tenía mi abuelo y que consiste en soltar paridas sobre las cosas más solemnes y en tener un radar especial para detectar situaciones falsamente dramáticas, y tomárselas a cachondeo.

Además de esto, tiene una memoria prodigiosa, lo que le permite disponer de una buena cultura y una mejor capacidad para saber dónde coño vive aquel vecino, además de llevar una especie de enciclopedia en la cabeza. Hace unos días estuvimos en Sevilla y contratamos a una guía para los Alcázares y la Catedral. La mujer seguía la técnica de hacer preguntas antes de contarnos algún detalle de historia o de arte, hasta que desistió porque mi tía le chafaba cualquier intento de intriga. Cualquier asunto cotidiano puede convertirse en un juego, y ella siempre, siempre, acepta jugar.

Posee lo que llama un buen carácter, y es una de esas personas con las que uno convive sin dificultad a pesar de su desorden y de esa tendencia suya a seguir el vuelo de una mosca, una leve inconstancia que le hace llegar tarde a casi todas partes (menos a la ópera), pero que uno perdona porque cuando por fin aparece, trae la alegría para repartirla. Y eso, amigos, merece la pena dejarse esperar.

tia-pilar-unmundoparacurraDejo para el final su físico. Sí, muy guapa. También ahora, a sus respetables 72, que lleva como una estupenda sesentona. Y que conste que eso también es un hecho objetivo.

Feliz día del Pilar. Y no me tengan mucha envidia, porque no les servirá de nada. Quiero decir que a mi tía Pilar y a mí nos dará exactamente lo mismo.

Ea.

2 pensamientos en “Día del Pilar en casa

  1. Desde luego, vaya homenaje que le has hecho a tu tía Pilar, debe ser una persona de las que merece la pena conocer. Mi tía Pilar olía a caramelos de violeta y era un poquito tartamuda; eso tenía su aquel…
    Un abrazo para ti y para tu tía.

    Me gusta

Gracias por dejar un comentario.

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s