Urgencias

A ver si lo comprendes. No todo puede ser urgente. Si todo es urgente, entonces nada es urgente. Pasa algo parecido con lo prioritario. Todo no puede ser prioritario, porque si todo es prioritario, entonces nada es prioritario. No es un juego de contrastes, sino que es una cuestión de gradación. Ya, ya supongo que no entiendes nada, no hace falta que me lo jures.

Y luego que deberías comprender que aunque una cosa sea urgente, eso no cambia el tiempo que hay que dedicar a su solución. Te voy a poner un ejemplo, así, facilito para que lo entiendas. Imagínate que te esperan en Moscú. Pues da lo mismo que sea urgente o que no lo sea: las cinco horas de avión no te las quita ni la paz ni la caridad.

¿Qué es la paz? el estado en el que estoy cuando no sé nada de ti. ¿Qué es la caridad? Llevar estos años, tan largos ya, soportando tu profunda estupidez.

Y por cierto, llamar cada cinco minutos no acelera las cosas, sino que las ralentiza. Te has librado muchas veces de que escupieran en tu plato de sopa antes de servírtelo. Te has librado porque todavía quedan profesionales. Y diques de contención. Pero no todo dura para siempre: la paciencia también tiene sus prioridades. Y sus urgencias.

Supongo que hubo una vez que fue importante que lo entendieras. Pero ya ha dejado de tener importancia. No es nada personal: solo son negocios…

10 pensamientos en “Urgencias

Gracias por dejar un comentario.

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s