En los últimos tiempos oigo mucho hablar de la mediana edad. ¿Y qué es eso de la mediana edad? Quién sabe. Supongo que es la imagen que tenemos de la madurez, una imagen imprecisa que no es facil describir, porque tampoco es fácil ponerle número. Así que es una cuestión de perspectivas…
Cuando se acaban de cumplir los 38, nos puede parecer que a los cuarenta se pasa a la mediana edad. Luego, el día que cumples 41, al mirarte en el espejo o al revisar aquella foto de hace tres años, te das cuenta de que los cambios son irrelevantes, y que si no estabas en la mediana edad a los 39 tampoco lo estarás a los 42. Hasta que un día dejas de preocuparte porque sitúas la mediana edad en los 50… Esta es la primera perspectiva que os propongo.
Miren la foto. Hay dos señoras ¿verdad? Y parecen de mediana edad ¿Sí? Pues la de la izquierda tenía 17 años y la de la derecha 24. Esto era el año 62, cuando las modas y la forma de arreglarse de las mujeres te echaban años en vez de quitártelos. Y no es porque estuvieran en una celebración, que lo estaban. Puedo ponerles fotos de esa señora de la derecha con 25 años en un parque con una niña pequeña (mi hermana, dejen de echar cuentas), en las que aparenta mucho más de lo que aparenta hoy en día cualquier chica de esa edad. La época en la que vives añade una segunda perspectiva a la definición.
Hay una tercera forma de mirarlo, que es la personal. Hay mujeres que llevan siendo de mediana edad desde los 14, y que cuando tuvieron su primer hijo ya llevaban un par de años en la cincuentena. Pillan un marido de orden y se olvidan de su propia juventud, y se peinan muy historiadas, y se ponen unos maquillajes y una sombra de ojos muy pesados, y llevan unas faldas muy largas, unos cinturones muy estrechos, unas blusas muy estampadas y unas manicuras muy cursis. Y no tienen líneas de expresión, sino unas arrugas comme il faut.
Y por último, está la despreocupación por la mediana edad. Supongo que llegas cuando te da igual, cuando consideras la juventud con cierta perspectiva y hasta con un poco de pereza, cuando no te cambiarías por una de 25 ni de broma, cuando valoras mucho más la experiencia, y la seguridad que te da la madurez que la imagen que tienen los demás de ti. Porque la imagen que te interesa es la que te devuelve el espejo, y esa sigue sin alcanzar la mediana edad para ti. Ni para los ojos de aquellos que, ahora ya sí, no te importa seleccionar.
Has abierto un melón peligroso, lo sabes, ¿no? Oooootra vez a debatir sobre la mediana edad…
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¿Peligroso? Pues mañana pensaba escribir sobre estaciones meteorológicas…
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Oh, sí, por favor.
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Es que no sé ni lo que es. Tendría que documentarme!
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Yo creo que la mediana edad comienza cuando ves la meta más cerca que la línea de salida. Sólo es eso, lo demás no cambia.
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Esa idea es de Roth, y no sé si me mola en este contexto…
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Yo tengo mediana edad???? noooooooo joven y niña por dentro!!! un beso
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Yo no sé, tú sabrás 🙂
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Pues muy de acuerdo, Carmen. En mi caso noto un cierto declive físico que puede deberse también a no hacer casi nada de ejercicio. Pero hay algo más. Esta semana he tenido que trabajar dos noches seguidas y he terminado muy cansado y diciendo que ya no estoy para estos trotes.
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Bueno, eso tiene que ver con las cañerías, que es lo que no se ve. Está claro que se va perdiendo no el aguante, sino la capacidad de recuperación.
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Mediana edad, lo dice el término, ni grande ni pequeña, en medio, esos años que ves la misma distancia del inicio y del final. Ni viejo ni joven, un lugar indeterminado.
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Indeterminado no tanto. Yo creo que es cuando dejas claramente de ser un jovenzuelo o una jovenzuela.
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sí, estoy de acuerdo en que es el momento de dejar de ser jovenzuelo, pero como eso es un sentimiento subjetivo, se me hace casi indeterminado, yo para acotar diría que la mediana edad es de los 45 a los 60, luego ya se empieza a ser mayor, pero vamos esto cogido con pinzas.. ja, ja, fácilmente revocable. 🙂
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Yo lo revoco, desde luego. 🙂
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Soy de las despreocupadas con la edad, pero es cierto que hay pequeñas evidencias físicas y mentales que te sitúan en la «mediana edad».
Entre las físicas están los segundos de más que tardas en aparcar el coche si tienes que girar la cabeza. Ahhh aquelos tiempos en que lo hacías en dos movimientos y rápidos.
Y entre las mentales, en que te pasas mucho más tiempo buscando cosas que has perdido.
Besazo
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Entre las mentales, yo siempre digo lo de atascarse. Esa es muy corriente 🙂
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Yo me consuelo pensando que hace apenas un siglo con cuarenta años eras un viejo. Un beso.
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Cierto. El componente de la época es muy importante.
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Yo creo que la mediana edad llega cuando echas cuentas y compruebas que el doble de los años que tienes entonces es una fecha posible, si no pasa nada raro, para que te mueras. Y da igual cómo te sientas por dentro de joven y lo bien que tengas el chasis. Ya no eres joven. Y lo que te queda por delante cada vez será menos que lo que dejas atrás.
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Es una manera de calcularlo, pero hay una parte cualitativa que no se puede perder de vista. Las cosas se disfrutan de otra forma en la madurez, la experiencia te vuelve más tranquila y más sabia, y eso cuenta.
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Uy la mediana edad…y yo que creo que no voy a llegar nunca, mira que me miro al espejo y me veo arrugas en torno a los ojos, y ojeras que antes no había, y canas, y tengo mil achaques, pero no soy capaz de identificarme con esa mediana edad, creo que porque por dentro tengo la sensación de que todavía no he madurado, y así no hay manera.
También es cierto, voy a ponerme estupenda, que cuando veo a alguien de mi edad que parece mi madre, me hinflo como un globo, pero esto ya es maldad.
Besitos…a ver…veremos a ver donde voy a parar….
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Y te diría que tú tienes una pinta estupenda para la edad que dices que tienes, pero es que para mí, es lo normal. Lo que no es normal a tu edad son esas señoronas que ves en algunos sitios, tan cardadas. Es el horror.
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En eso estamos de acuerdo, no es que yo esté estupenda, es que hay gente que se deja mucho, y no me refiero a potingues y demás, que yo me pongo un antiarrugas del Mercadona de dos euros y medio y ya está, sino a toda su actitud y su estilo.
Igualmente Carmen, me gusta ser sincera aunque no tenga importancia, si lo dices por la foto que tengo puesta en el blog tiene como dos años, y te aseguro que a esta edad dos años se notan, yo al menos me los noto.
Besitos
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Uf, la mediana edad. Cuando llegue, ya te contaré si es como dices o no. 😉
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Tú estás hecho un niño. Un niñito chiquitito. 🙂
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Me ha gustado mucho: hay gente vieja a los 20, y gente de 60 q siguen siendo jóvenes. La gente q se toma muy en serio a sí misma suelen ser de los primeros. Y son un rollo.
di
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Sí, sin duda tiene que ver con la seriedad, que envejece mucho.
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Ala, como siempre últimamente llego tarde, pero es que estoy muy liada…
Bueno,bueno, el temita…je, por convenciones sociales y tiempo estaría, o casi, en la mediana edad. Por mí, en una nueva etapa, iniciar proyectos que realmente me apasionen, ser consciente de lo que de verdad quiero y coger por los cuernos el timón de mi vida!!
Acaso sea esto la mediana edad?! No sé, físicamente, me veo bien y mentalmente, creo, tambien.
Todo es relativo hasta la atemporalidad del paso de los años.
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No llegas tarde, mujer. Gracias por comentar.
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Yo sí estoy en esa dorada medianía y, excepto por algún sustillo tonto, se está francamente bien. La vida se ve de otra manera más relajada, pero sigue habiendo sueños, inocencia y asombro. Me parece una edad perfecta.
De todos modos, eso de las faldas largas y de los cinturones estrechos no lo he visto yo. Quizá ese estilo no se dé en provincias y sea más madrileño. No sé.
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Me gusta lo de sueños, inocencia y asombro. Me parece un requisito imprescindible para descubrir la vida.
Lo de las faltas largas y los cinturones estrechos se corresponde con una imagen de alguien que me vino a la cabeza, no estoy muy segura de que sea puro madrileño.
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¡felicidades! …no había caído .
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Pero, pero, pero, pero….
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