Una de las cosas que me pasan con las películas de miedo es que me dan miedo. No es una obviedad esto que les estoy diciendo, porque las películas de amor no me dan amor, las de aventuras no me convierten en Indiana Jones ni las policíacas en Phillip Marlowe, y con las de vaqueros no me pongo a mascar tabaco. Eso sí, de los musicales suelo salir muy cantarina, pero esa es otra excepción.
A mí me dan miedo los muertos, los cementerios y las conversaciones sobre la otra vida. No soporto la estética macabra, ni todos esos personajes de terror que circulan por la literatura, los comics, las películas, o los diversos espectáculos, como el Conde Drácula o Frankenstein. No digamos el tal Freddy, la Momia o desechos similares. Les diré que no pude leer El perro de los Baskerville y que recuerdo con auténtico pavor El fantasma de Canterville. Todo esto se lo cuento para que se hagan una pequeña composición de lugar.
¿Ya se la han hecho? Continúo pues.
Se pueden figurar vds cómo las paso en estos días de buñuelos y huesos de santo. He bajado a Curra y me he cruzado por la calle con un señor que llevaba a su lado un chaval de unos 14 años lleno de sangre, vísceras y un moco verde por el pelo. En el parque, una pandilla de zombis caminaba deprisa y muy alborotadora hacia algún lugar oscuro. El infierno, sin duda. He dejado a Curra ladrar, no fuera que se acercaran y tuviera yo que ahuyentarlos con un par de palos en forma de crucifijo. Y luego, de regreso a casa, me he encontrado con la familia Adams al completo, Morticia a la cabeza, que salía en ese momento del ascensor.
He tenido que dar a Curra un tranquilizante. Y creo que yo me voy a tomar otro.
PS: Esta entrada la escribí hace un año. La vuelvo a postear porque, salvo que no me he cruzado con Morticia sino con Carry (después de la vomitona), sigue siendo de actualidad. Perfectamente.
ja ja SOy exactamente como tú. Qué mal rollo me dá el miedo ja ja Un besote
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Ja ja, yo soy muy miedosa, mucho, mucho, pero las películas de miedo hace ya tiempo que me dan risa o asco ¿miedo? ninguno, no saben más que hacer terror para adolescentes, dar sustitos y sacar sangre. Echo de menos ese terror psicológico que no necesita ni visceras, ni monstruos de ningún tipo, que te inquieta y te hace mirar de reojo alrededor, eso sí que da verdadero miedo…y la crisis por supuesto.
Besazos
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Y además, qué manía por disfrazarse con cosas horrendas. Qué mal gusto…
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¡¡¡¡jajajajaaj Ahora entiendo la repriemenda de mi post de la sepultura!!!!!!
Así que miedosilla ehhhh. jajaja
Yo es que no he sido nunca nada miedosa y los disfraces, aunque yo no soy de vestirme de cosas así, la verdad es que me divierte verlos puestos.
Besazo jajajaja ups. perdón. 😀
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Para que no se te vuelva a ocurrir.
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Servidora también es miedosa por naturaleza. Sí leí el Perro de los Baskerville y durante muchos meses tenía pesadillas con la «bestia» que corría con las fauces abiertas por los páramos. En CasaNinja no somos de celebrar Haloween, entre otras cosas porque verme a mí disfrazada pero con un cojín delante de la cara (accesorio imprescindible para mí cuando veo una peli de miedo) debe ser pá nota…
Un besazo,
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La bestia negra, que yo me temía encontrar en la esquina del pasillo. Qué horror, qué horror.
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Pocas pelis hay que den miedo, ahora se confunde miedo en el cine con vísceras o sustos, de cualquier manera creo que las pelis de miedo deben dar miedo para ser buenas, es un género especial el de terror, es como el porno, que te tiene que poner tierno, si no no vale, son distintos al resto de géneros.
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Es verdad que se confunde el miedo con los sustos. A mí me da lo mismo: no me gusta ni lo uno ni lo otro!
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Comparto tu disgusto por las películas de miedo y eso que no me tengo por especialmente miedosa pero no me gustan.
Mi sobrino de dos años y medio, miedoso y asustadizo donde los haya, al final condescendió a disfrazarse de Drácula para no desentonar con sus compañeros pero se pasó todo el día asegurando a todo el mundo que el no daba susto.
A mí, relato que siempre me dio repelús, fue el Monte de las Ánimas de Becquer. Durante mucho tiempo el crujido de la tarima por la noche no me hizo ninguna gracia;-)
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Eso de que no dan susto es lo que dicen todos.
Ni se me pasa por la mente lo de Becquer, aunque no tengo tarima.
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