Esta vez, el arzobispo de Lancaster se niega a ayudar:
– Además de fumar – explica a Maurie y a Harold – su hija acusó a la Reverenda Madre de tener una verruga con dos pelos blancos en el mentón.
– ¿Y no la tiene? – pregunta Harold Carrington
– Sí, pero hay que ser discretos.
Hay que ser discretos…..
Cuanto tenemos que aprender de esa frase.
Me gustaMe gusta
Y que lo digas.
Gracias por tu comentario, M, y bienvenido.
Me gustaMe gusta