La inefable ministra Pajín vuelve a la carga, ahora con la ley de igualdad. Como es ministra de Sanidad también, igual se acuerda y apuesta por la eficiencia energética, se le enciende la bombilla y ¡Zas!, idea al canto. Imaginen: prohibidos los tacones, el maquillaje y la depilación láser porque han encontrado un informe de la OMS (otros inefables) y resulta que es fatal para la salud. Y a los 28, esterilización obligatoria, con lo cual nos evitamos saber a qué huelen las nubes y no tenemos niños, que son un incordio para progresar profesionalmente.
Sobre el tema del acoso y del maltrato en general, una sencilla combinación de Igualdad y Sanidad es cortarles el pito a los hombres, directamente. Bueno, sólo a los que tengan bien la vista, que son mirones lascivos potenciales. A los miopes les quitamos las gafas, nada más. Esta selección por dioptrías también es conveniente para dejar a alguno con capacidad reproductora (hay que estar en todo, oyes). Y ojito con el déficit, que no estamos para bromas: un poco de anestesia, un corte limpio, unas venditas y para casa en el mismo día, que los tíos son muy quejicas.
Y luego, algo sobre la conciliación y el reparto de tareas. Cuando un hombre tenga un hijo, se le despide para que se quede en casa cuidándolo, porque no es posible ya tanto privilegio. Ah, y nada de paro, a ver si además de las ideas, el Estado tiene que poner también el dinero. Faltaría más…

Pero en cualquier caso ¡acuse! algo queda.
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Algo queda, algo queda.
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