Doña Concha Piquer

Me preguntó un conocido extranjero quién es Conshá Piqueg. ¿Doña Concha?, le corregí de inmediato ¿Por qué lo quieres saber?

Con algo de retraso, había leído en el periódico de alguna provincia española, muy bien habitada por cierto, que habían encontrado por casualidad una película de 1923 en la biblioteca del Congreso de los EEUU. Contenía un fragmento de Doña Concha Piquer cantando, y se convertía así en la película sonora más antigua de la historia. Le dije “Doña Concha Piquer es una cantante española”, y me paré ahí. Si le hubiera dicho “un mito”, aquella conversación me hubiera entretenido, y así como Doña Concha es una mujer que me entretiene mucho, con ese francés no quería entretenerme, porque llevaba algo de prisa.

 

Hasta hoy no he dedicado una entrada a Doña Concha. Así es que esta será larga, AVISO, porque me costará resumir. Pueden vds. dejarlo y esperar al post de otro día, que seguramente tratará de frivolidades.

Desde luego que le benefició tener al lado a Rafael de León, a Quintero, a Quiroga, a Alfredo Gil, a tantos maestros para poder lucir canciones maravillosas que contaban en dos minutos auténticas tragedias. Otras (y otros) cantaron algunas de esas coplas, pero ni Molina, ni Mari Fe, ni Juana me dicen nada cuando les oigo cantar y siempre acabo diciendo “apaga eso”. Dejo aparte a Imperio Argentina, aunque por otras razones. Así es que no soy fan de la copla en general, ni de la llamada la música “española”, ni las seguiriyas, las soleares y las tarantas. Me gusta Concha Piquer, eso es todo. Canta la pasión, el amor, la pena, la vida, la muerte, y todo de un modo terriblemente extremo, todo terriblemente incorrecto y todo terriblemente desfasado hoy en día. Ya no hay amores así, ya no hay declarativos así, ya no hay “dolor como esta gloria de estar queriendo sin ver”. Y aunque los hubiera, no serían creíbles. Yo de ella, me lo creo casi todo.

Doña Concha cantó amores prohibidos, muy prohibidos y muy incorrectos en una época en la que la censura de las costumbres llenaba de hombres de negro las editoriales, según nos cuentan. Pero en la España de los 50, Doña Concha hizo muy popular la historia de aquella mujer que apoyá en el quicio de la mancebía, le da gratis a un hombre lo que les cobra a otros: «Serrana, para un vestío yo te quiero regalar/ yo le dije estás cumplío, no me tienes que dar na»

Mujeres de mal vivir, o de costumbres relajadas, como Trini la Parrala – que sí, que sí, que la Parrala tiene un amante/ que no, que no, que ella no quiere más que a su cante/ que sí, que sí, que si no bebe no pué cantar/ que no, que no, que solo bebe para olvidar -,  la Lirio, o Dolores la Petenera: no me llames Petenera que ese nombre es mi castigo/ ese nombre es la bandera que está acabando conmigo/ madre de mi corazón/ que es la cruz y la ceguera de mis tormentos mayores/ no llamarme Petenera que yo me llamó Dolores, dolores…

Cantó también amores trágicos y teñidos de sangre, mujeres que no pueden soportar ver a su hombre irse, que se dejan matar por él. La Ruiseñora,  se muere cantando un cante pero antes pide: «tenerle por Dios clemencia/ piedad tenerle los jueces/ que yo le di la licencia/ para matarme cien veces. Pero lo normal es que sean ellas las que usan el cuchillo, como Lola Puñales, que es fantástica. A Lola lo que le ocurrió es que un hombre moreno se llevó pa toa la vida la rosa de sus rosales y luego, va el fenómeno, y se va con otra. Así es que confiesa: lo maté a sangre fría por hacer burla de mí/ y otra vez lo mataría si volviera a revivir/ con que apunte el escribano que al causante de mis males/ por jurar cariño en vano/ sin siquiera temblarle la mano/ lo mató Lola Puñales. En ‘Vengo a entregarme’, le mata y a pesar de todo le sigue queriendo, y por eso canta: Sr. Sargento Ramirez, martirio me dio un cristiano/ y he tenido que tomarme la justicia por mi mano/ yo misma le he dao la muerte/ pero me falta serrano/ valor para aborrecerle. Sin embargo, a mí me gusta más La Guapa, que no es Mercedes, ni es María/ que la sangre de ese hombre/ que la sangre de ese hombre/ otro nombre me ponía/ escribano echa un borrón/ a ver si mi nombre tapa/que escondo mi condición/en nombre de perdición/ la guapa, la guapa, la guapa. Lo que me gusta de esta canción es la interpretación que hace Doña Concha. Bueno, eso y la frase «que a ti no te conozco, lo sabe el Papa» y que desencadena toda la tragedia.

Amores pecaminosos, como el de la Carcelera: era un amor de pecao/ era una mala pasión/ porque era un hombre casao/ y le dí mi corazón, pero que se vienen abajo cuando la legítima viene a pedir cuentas y la amante se recompone entre la empatía y la solidaridad: yo que no tuve miedo ni pena/cuando a los suyos se lo robé/sentí mi alma de angustia llena/ al ver el llanto de su mujer/ ‘vengo aquí por lo que es mío/ arrodillá me pidió’/ le juré darle al olvío y ahora ya no escucho yo. En La otra, por el contrario, resiste y se resigna, a pesar de la claridad del amante: el nombre que te ofrecía/ ya no es tuyo compañera/ de azahares y velo blanco/ se viste la que lo lleva./ Como fue tu voluntad mi boca no te dio queja/ cumple con lo que has firmao que yo no valgo la pena/ yo soy la otra, la otra y a nada tengo derecho/ porque no llevo un anillo con una fecha por dentro/ no tengo ley que me abone ni puerta donde llamar/ y me alimento a escondías de tus besos y tu pan/ con tal que vivas tranquilo qué importa que yo me muera…

Mujeres de alta cuna que se ponen melindres por aquello de la clase social, y pierden la oportunidad del amor y se llenan de amargura. Son Doña Sol, en su palacio de la calle de Alcalá donde le ronda el torero que luego muere por ella. O aquella ganadera salmantina, que desprecia a un chiquillo de Osuna, en cuyos ojos se adivina la locura de un ‘te adoro’, pero ahí y así se mantiene ella, como la encina, ganadera salmantina, con divisa verde y oro. Y la triste Doña Luz: mi señora Doña Luz/ por quererte mucho y bien/ me clavaste en una cruz/ y no vivo más que de tu amor/ y sería por ti capaz de tó/ pero tiene sangre azul y soy poco pa besar/ esos labios de coral/ mi señora Doña Luz. Aunque las hay que, como Lola Clavijo, se van con un mocito guapo del Perché: al alimón ahí va Lola Clavijo/ al alimón duquesa pudo ser/ con títulos, coronas y cortijos/ y no lo quiso por otro querer , y planta al señor duque tan pulido y tan amante, vestido de maestrante. Si cuando el ascensor social baja la cosa puede ir bien, cuando sube, uf, a una le puede pasar como a Almudena, que él se termina yendo con una de su clase: dónde vas, pobre Almudena/ dónde vas triste de ti/ que él es duque y tú una pobre violetera de Madrid/ arroyo claro, fuente serena/ olvídate del duque, pobre Almudena, pobre Almudena.

Hombres buenos no hay muchos en las canciones, aunque alguno se encuentra. Los hombres por lo general están ahí para desencadenar alguna tragedia o hacer algún desaguisado. Incluso el pobre que tiene miedo de la luna, previamente tiene a la niña del Albaicín encerrada entre cancelas, con llaves y con cerrojos, en el Carmen moro. Y así le pasa, que la niña del Albaicín se sube una noche a la alhambra, y por arrayanes o por dalias, se acaba yendo con uno de Granada. Pero sí hay toreros valientes, contrabandistas, morenos de piel de aceituna, pintores enamorados, y por supuesto, Antonio Vargas Heredia, el gitano más arrogante y el mejor plantao/ y por los contornos de Sierra Morena/ no lo hubo más bueno, más guapo ni honrao.

Hombres que hacen que la mujer diga cosas como dime que me quieres, dímelo por Dios/ aunque no lo sientas, aunque sea mentira, pero dímelo. Mujeres que pasan por alto infidelidades y desprecian los celos: de lo que me está pasando yo no me quiero enterar/ prefiero vivir soñando a conocer la verdad/ tened de mí compasión, tened de mí caridad/ porque tengo un corazón, que no se quiere enterar. Mujeres que lo toleran todo y que no quieren ver: No tienes que darme cuentas/ a ciegas yo te he creído/ yo voy por el mundo a tientas/ desde que te he conocío/ yo me clavaré en los ojos alfileres de cristal/ pa no verme cara a cara contigo y con tu verdad. Y es que ya decía más arriba que «no hay dolor como esta gloria de estar queriendo sin ver«

Concha Piquer cantó siempre lo que le dio la gana, y razones tuvo. Se puso el mundo por montera, sin importarle el qué dirán ni se paró en muchas convenciones: Amar, yo quiero amar con libertad/ porque nací mujer, para querer y hacer mi santa voluntad/ Amar, sin escuchar el que dirán/ pues todo es hablar, hablar, por no callar. Y también cantó tonterías y cosas muy divertidas: Ay que tú me miras, me miras por dios mírame/ no me estés mirando y lleva la burra a beber/ que ya son la una, que ya son las tres.

En fín, sabía que iba a ser largo, pero esto empieza a ser extremado. Quedan muchas otras canciones muy conocidas que merecerían también comentario: A tu vera, Canta morena, El cariño que te tengo, Los piconeros, Con el alma en los labios, En tierra extraña, No te mires en el río, Ya no te quiero, La niña de puerta oscura…

Pero hay una que no puedo pasar por alto. Y aquí la dejo, para quien la quiera escuchar:

16 comentarios en “Doña Concha Piquer

  1. Desde donde estoy escribiendo no puedo escucharla, pero lo haré mañana y ya te diré. Doña Concha era una señoraza y dijo y paseo la copla como nadie, y lo de pasearla no es por sus famosos baúles viajando por medio mundo sino por la forma de andar en el escenario . Fue una mujer inteligente y a mí me pone los pelos de punta cuando la escucho. No es la única porque me gustan mucho también Juana Reina y Marifé de Triana y hasta Miguel de Molina que era una más, dicho con cariño. Sí hija, sí, también soy muy coplero.

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  2. Confieso que la pasión por la canción española de algunos y algunas me tiene descolocada. No es que le quite méritos al género, no es éso. Pero hay personas a las que nunca me los imaginé con con tal erudición sobre el tema como me han demostrado tener. Prejuicios estúpidos, supongo.

    Y a mí la Piquer me gusta, no me apasiona, pero me gusta.

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  3. A mami, la de Juanita Reina en Lola la Piconera: «Con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones» nos la pone patriota… Y es que nos lleva celebrando la guerra de independencia desde el 2008 y piensa continuar hasta el ’14.
    De doña Concha nos gusta no sólo pero sobre todo la super mujer de mundo que era.

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  4. Bueno, pues veo que ninguno ha querido saber nada del periódico de provincias elegido. Tengo una pena parecida a la de La Lirio: se me van a poner las sienes moraitas de martirio…
    Me pega todo que te guste la copla, ECA. Hubiera apostado, y hubiera ganado. Pero a mí solo me gusta Doña Concha, el resto no me dice, no me dice…
    T., hubiera apostado que no serías apasionada de esto. Y no me extraña que te descoloquen algunos. Yo me llevo descolocando a mí misma desde hace 25 años.
    Babu: si quieres un momento maravilloso de la Piquer, en el sentido patriótico, entonces tu canción es En tierra extraña. Acabas llorando cuando suena la música de Suspiros de España…
    En fin, otro día le dedico otro post, pero intentaré haceros reir un poco.

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  5. ¡Qué tarde ando hoy! ¿ Así que no te extraña que sea coplero? Pues no veas lo que se han pitorreado de mí mis amigos, que me llaman discos dedicados cuando me inspiro, porque también me arranco y las canto con mucho sentimiento. Pero si me da patriotera, ataco directamente el Soldadito Español, que En tierra extraña es poco marcial.
    Ayer no podía abrir enlaces y no puede escuchar Tatuaje ni abrir lo del Diario, pero te contaré que lo mejor del Diario es la contraportada de los domingos. Y hasta aquí puedo leer.

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  6. Lo de emocionarse hasta las lágrimas escuchando ‘En tierra extraña’, allende nuestras fronteras debe ser un clásico, rayando en la leyenda urbana. Uno de mis hermanos, muy bizarro él, que vive en lo que para él siempre fue ‘la Pérfida Albión’, confiesa que se le pone un nudo un la garganta si la escucha.

    Lo que no sé es donde puñetas la escucha. Porque no me imagino a la BBC emitiendo a Concha Piquer, pero bueno, a lo mejor se grabó un CD con ella. Yo he vivido fuera de España algunos años y no la escuché nunca. Ni en los saraos de las fiesas nacionales en embajadas o consulados. Mucho menos en casa.

    Coincido en que lo mejor del Diario de León es la contraporada de los domingos. Escribe un tipo sin pelos en la lengua, con más conchas que un galápago y más kilómetros que cualquier avión que cubra una línea transatlántica. En el mundillo político de León se la tienen jurada tirios y troyanos por igual, pero quien se la tiene muy jurada es ZP, seguro.

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    • Tu hermano la oirá seguramente en el CD de algún amigo. O lo mismo tiene él el CD, y cuando te lo confiese también te sorprendes… 😉
      Me habéis intrigado con lo de la contraportada. Este domingo me compro el periódico.

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  7. La oirá en alguno de los programas de «gallegos por el mundo» de TVE internacional que es casi lo único que pone ese canal de la Televisión pública y no es difícil que se escuche de vez en cuando. De eso doy fé, entre gaitazo y gaitazo, pasodoble español.

    Carmen, no fue sólo un periodico de provincias quien lo recogió, TVE dio la noticia en titulares. Y en el Washington post venía un suelto pequeñito de los que aún se puede leer sin tener que suscribirse.

    Doña Concha es a la única persona que puedo escuchar cantar copla porque reconozco que es un género que no me apasiona. Como T voy de sorpresa en sorpresa al enterarme de quienes son algunos rendidos admiradores del género.

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    • Ana, te diré un secretillo pero no se lo cuentes a nadie: la historia del francés es «un poco inventada», lo puse solo para introducir el tema y luego se me ocurrió lo del diario de León para controlar a los cazurros que se pasean por aquí. Ya lo creo que la noticia salió en prensa y televisiones y la 2 pasó un documental magnífico sobre ella, que por supuesto no me perdí, con motivo de esto. Yo me alegro un montón que esta mujer pase a la historia internacional, este tipo de cosas son de las que «quedan grabadas en marmol».

      La idea de homenajear a Doña Concha aquí me vino el día anterior en una tertulia a la que voy, en la que estuvimos hablando de las letras y de la copla, pero era una introducción muy aburrida y por eso la historieta del francés y del diario de Leon.

      Tengo para mí que ECA os tiene «ojipláticas»…

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    • Es que es fascinante. ¿Tú te imaginas a alguien diciendo eso ahora?? Carlos Cano no me disgusta, pero como digo, a mí me gusta Concha Piquer, no tanto la copla en general.

      Gracias por pasarte por aquí, porque compruebo que el vídeo que colgué no se puede reproducir. Y lo peor es que no me acuerdo de qué puse…Supongo que sería Tatuaje.

      Y por cierto que estaba programando para mañana una canción de Doña Concha. Qué cosas…

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  8. pero porque doña concha.El don es por estudio y carreras conseguidas. Mi tia tambien seria doña ana maria de los reyes, pues era mejor cantante que la otra, la piquer.

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  9. Quisiera responder aunque sea un poco tarde ya que el comentario de este sr. Francisco es del 2013 , para decirle que el Don de Concha Piquer , fue otorgado por el pueblo, en un programa de radio , porque aunque el diga que esa sra que fue su tia , una mediocre cantante , que sepa que hace el ridículo hablando asi de Doña Concha , ella dio en los años 20 recitales de palillos , Brisas de Malaga y Fandanguillo gitano , que no hay que ser andaluza para tener arte , como lo fueron Pilar Lopez La Argentinita Marienma , o Lucero Tena , que valor para decir esas tonterías , ningunas fueron andaluzas , asi que cállate la boca y lavatela antes de hablar de CONCHITA PIQUER

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