A la final

Bueno, pues parece que a partir del domingo ya podremos abrir el abanico de temas a tratar, y dejar el fútbol. Pero varias cosas se me ocurren.

– Tendría narices que un mundial celebrado en Sudáfrica se lo llevara Holanda. Sería como un eructo de la Historia, o algo así.
– La explosión de banderas y de cánticos locales no hacen sino indicarnos que vivimos en un país normal, tan normal como el resto de países, ni más ni menos. No entiendo bien el asombro que provoca. En Holanda esto se vive exactamente igual y no tienen el carajal gili-autonómico que tenemos los españoles. Suerte para nosotros por lo primero, y suerte que tienen ellos por lo segundo.
– La imagen de Puyol con una toalla saludando a la Reina de España no hace sino probar lo que he escrito más arriba. Si este país fuera tan anormal como nos quieren hacer creer, Puyol, capitán del Barça, habría salido sin la toalla.
– Bravo por la Mannschaft. Ni una patada, ni un mal gesto, ni un balonazo. Qué majos son. ¡Y qué altos!
– He de confesar que cuando marcó Puyol, yo, madrileña y madridista, grité “¡Visca el Barça, Visca Catalunya, y visca tu madre!”. Purgaré mi pecado, iré al infierno si es preciso, porque no me pienso arrepentir.
– Pedrito se ha ganado a pulso ser el jugador que peor me cae de la selección con mucha diferencia, y para siempre. Lo que le hizo a Torres no tiene perdón. No quiero ni pensar en un mundial ganado con un gol de este mamarracho. Así es que, si esto sucede, pensaré solo en el mundial ganado, qué le vamos a hacer.

En fin, a esperar el domingo y a disfrutar. Solo quiero que, aunque pierdan, sepamos reconocer lo que han hecho y no tengamos que leer demasiadas tonterías.

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