Vivir sin tele

Una de las muchas originalidades de mi amiga Maïtena, aparte de la diéresis en su nombre, es no tener televisor en casa. Lo cual que no significa que no vea «la tele». Ella sigue desde este verano «Aguila roja», a través de internet. Solo ve eso. Y ya le vale.

– Lo lógico en tu caso, puestos a renunciar a un televisor con sus pulgadas, su mando a distancia y su gitana encima, es ver documentales, ¿no? A ver, es lo más original que se me ocurre…

– ¡No! Aguila Roja está genial, con espadachines, historias truculentas, mozas bellas y villanos muy malvados. Es como Matrix, pero en el siglo XVII. No sabes la de tortas que se dan…

Como la diéresis en su nombre.

2 comentarios en “Vivir sin tele

  1. Es normal que me guste el Aguila Roja, porque uno de mis libros preferidos es Tristán e Isolda. En una época de mi vida disfrute un montón con todos los relatos de Chrétien de Troyes, ya sabes, en busca del Grial … y esas cosas pero escrito en aquellos años. Además, ya era hora que volvieran los espadachines. Vamos que de aquí a poco retomaré a Alexandre Dumas! En cuanto a lo de los documentales, te he de decir, que nunca han sido mis programas favoritos. Hablando de aventuras ligeras y entretenidas, ¿viste en su momento Lady Alcón? nada trascendental pero tan sumamente agradable de ver…

    Me gusta

    • Pues sí, vuelve a Alexandre Dumas, que a Chrétien de Troyes no lo leemos en España, y como te despistes y te vayas a Steinbeck entonces te vas a encontrar con los espadachones. ¡Y claro que he visto Lady Halcón! Y no solo en su momento, sino cada momento que he podido. Es una película maravillosa, y yo sí que la encuentro trascendental, porque no es de batallas, sino de amor verdadero, con gente muy guapa que eso ayuda. De espadachines espadachines prefiero una muy simpática que se llama La princesa prometida. Esa sí que no es nada trascendental, aunque también hable del amor verdadero… Bueno, ¡y del Pirata Roberts!

      Me gusta

Gracias por dejar un comentario.