Madrid-Barcelona ayer

escudo-futbol-madridLo peor de que el Madrid pierda en casa contra el Barcelona no son las bromas del día siguiente, sino que pierda. Aunque bromas, bromas, tampoco te hacen muchas, pero siempre hay algún barcelonista que viene desde el otro extremo de la oficina a meterte el dedo en el ojo. Hacen bien: yo no pierdo nunca una oportunidad de hacer exactamente lo mismo.

A mí sí me gustó el partido de ayer. Mucho. Desde luego, me gustó mucho más que el del año pasado, que eso sí que fue un horror. El Barcelona le dio al Madrid su propia medicina ganando en el descuento cuando al Madrid «le valía» el empate. ¿Le valía? No estoy segura. Al Madrid nunca le vale el empate. Eso es de equipillos pequeños y perdedores. El Madrid creyó hasta el final en la victoria, pensó que era posible después de remontar un 1-2 con 10. Se fueron todos como locos arriba cuando quedaba un minuto, a presionar, y se olvidaron de la retaguardia. Una cabalgada de ¿quién?, no me acuerdo, terminó en gol. Un fastidio. Los periodistas babosos dijeron luego que el de las hormonas fue la figura del partido, pero no es verdad: la verdadera figura del partido fue Ter Stegen, el portero del Barcelona, que se disfrazó de Neuer en el Bernabéu y nos amargó un poco una tarde de primavera madrileña bien bonita.

Yo confío en Zidane y en este equipo y creo firmemente que este año vamos a ganar la liga y la Copa de Europa. Por medio sufriremos lo indecible y será muy emocionante, que es lo que mola en el fútbol. Y en la Champions, si la Juventus y Buffon nos dejan, completaremos la docena y campeonaremos. Sí, ya sé que está el Atleti por medio, muy peligroso y con el corazón lleno de rencores y de cuentas pendientes, y con el segundo partido en su casa. Pero tienen muchas urgencias, no pocos fantasmas y algún que otro complejo, y probablemente se les irá la cabeza cuando más la necesiten. Al Madrid también se le va la cabeza muy a menudo, pero mira, que nos quiten lo bailao.

Hala Madrid y nada más.