Entro en el ascensor. No es hora punta y a estas horas va vacío. Un tipo entra detrás de mí y marca la planta 14. No sé quién es, ni siquiera me suena su cara, aunque tal vez me lo he cruzado muchas veces. Le doy al 1 porque vengo pensando en pasarme por Recursos Humanos para hablar con Luis. Miro el reloj, veo que son menos cuarto y me doy cuenta de que ya no me da tiempo. Marco la 2 para recoger la tarjeta de red en Informática, ya que estoy. La puerta se abre en la 1. Se cierra. Llegamos a la segunda planta, se abren las puertas y veo al técnico que me ha atendido que me dice no con la cabeza. Sujeto la puerta y pregunto que cuándo estará y me dice que luego me la sube. Se cierran las puertas mientras marco la 3 para ir a ver a Juan Carlos. Y entonces me acuerdo de que Juan Carlos no viene hoy, así que de inmediato marco la 4 para irme a mi despacho. El ascensor se para en la 3. Se abren las puertas. Recuerdo que Iñigo tiene ya el borrador del contrato y que igual le pillo ahora. Se cierran las puertas. Marco la 10. Se abren las puertas en la 4. Suena el móvil y es Mercedes, que está con Paco revisando el planning. Que si puedo subir. Sí. Marco la 11. Se cierran las puertas. De camino a la 10, el ascensor se para en la 8. Se abren las puertas y aparece un chico en el rellano. El chico nos mira, pero no sube al ascensor. Me fijo y veo que tiene un botellín de agua en la mano y me da envidia, así que decido ir a comprar agua antes de pasarme por el despacho de Mercedes. Marco la 12. Llego a la 10. Se abren las puertas. Se cierran. Llego a la 11. Se abren las puertas. Se cierran. Llego a la 12. Se abren las puertas. Me bajo. Detrás de mí oigo un larguísimo suspiro.