Cada mochuelo a su olivo

mochuelo-europeo_1227634321Eso es más o menos lo que nos viene a pasar cuando llega septiembre: que cada mochuelo vuelve a su olivo. Se terminan las vacaciones y la diáspora en la que se ha convertido tu vida social durante el mes de agosto se disipa, se contrae y se reconcentra, hasta que volvemos cada uno a nuestra casa y ya podemos volver a marcar los números fijos de teléfono.

Cada mochuelo a su olivo. Me encanta la expresión. Mi madre lo dice mucho, y lo acompaña de un chasquido de lengua que lo mismo le podría servir para animar a una burra a trotar. ¡Hala, cada mochuelo a su olivo, tchlac!, y se acabó la fiesta, cada uno a su casa. ¡Arrea, Francisca, tchlac!, y la burra Francisca se pone al trote. Muy poético, ya digo. Salvo que mi madre nunca ha tenido una burra que se llamara Francisca. Bueno, mi madre, hasta dónde yo sé, nunca ha tenido una burra, ni que se llamara Francisca ni ningún otro nombre de contundencia similar o de diferente grado.

Yo no sé de dónde vendrá la expresión de los mochuelos. He consultado un libro de aves que era de mi padre para ver si venía algo sobre su placentera vida en las ramas de los olivos, pero no he encontrado nada sobre el hábitat de los mochuelos, más allá de que viven un poco en todas partes. Yo esperaba encontrar algo como:

Mochuelo común: Ave rapaz nocturna parecida a la lechuza que habita preferentemente en las ramas de los olivos, en los que anidan desarrollando un tremendo instinto territorial hasta el punto de que cada uno tiene el suyo y vive en él desde su nacimiento hasta su muerte. Una vez el óbito del mochuelo propietario es efectivo y tras consulta testamentaria con el mochuelo notario, el olivo es legado al  polluelo primogénito si lo hubiere y si no al que hubiere, quien puede a su vez vender, alquilar o pignorar el susodicho olivo, suceso que ocurre con relativa poca frecuencia debido a que el polluelo de mochuelo, una vez alcanzada la edad adulta, se va a vivir a su propio olivo.

mochuelo pescadorY no. Lo máximo que he encontrado es que comen ratones, cangrejos y hasta ranas, y que la variedad de mochuelo pescador tiene cejas y cara de fuerte instinto territorial, de olivo o de lo que se tercie. En realidad era de esperar, porque el libro es más un libro de fotos con pequeñas reseñas de aves. Y por otra parte, tiene ya tantos años que a buen seguro que todos los pájaros fotografiados están ya en el reino de los cielos… pero, bueno, esto último es irrelevante, porque aunque el libro sea antiguo, supongo que ni los mochuelos ni las cacatúas habrán evolucionado mucho en los últimos cincuenta años, que es más o menos la edad que debe tener el libro en cuestión.  

Ahora que lo pienso, las cacatúas sí se han actualizado… Ah, no, espera, que eso es para otro post.

En fin, que cada mochuelo a su olivo se podría convertir en cada mochuelo a su pino, o a su alcornoque, o a su abeto, o a su algarrobo, o a su ___________________ (espacio para rellenar con el árbol de su preferencia). ¿Por qué olivo? He mirado en el Correas y en otro librito que tengo por casa y no he encontrado una explicación, así es que supongo que simplemente se dice lo del olivo porque cumple la función poética del lenguaje. Acepto otras explicaciones, desde luego, pero para ser éste el primer post de después de las vacaciones, les pido misericordia por anticipado.

Otra expresión con mochuelos de protagonistas es la de «caerte el mochuelo«. Digamos que va todo junto: la vuelta al trabajo tiene estas cosas. Pero en fin, no se estresen si leen esto y siguen de vacaciones todavía. En realidad, que llegue septiembre carece de importancia: de aquí a nada estamos en Navidad. 

 

 

7 comentarios en “Cada mochuelo a su olivo

  1. Mi primer novio decía una frase extrañísima que les soltaba el sargento cada vez que los hacía romper filas en la mili, allá por el pleistoceno: «Cada mochuelo a su olivo y que cada perro se lama su cipote» así, todo seguido de carrerilla. Nunca lo entendí

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    • Yo he oído alguna vez la segunda parte, pero separada de la primera. En todo caso, ¿había mascotas en el regimiento? Quizá ahí tengas una explicación para lo del perro. Ya en lo de los lamidos… Le preguntare a Curra, sí eso.

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  2. A Currqa no le pregunte nada de eso, Currra es una señorita soltera, como Wilma ¡¡y dice mamy que no saben nada de todo eso de los lamidos!!

    En cuanto a los mochuelos y su preferencia por los olivos… sospechamos nosotras que, al ser los olivos, en general, centenarios y disponer de cómodos apartamentos a modo de huecos en sus grandísimos troncos, esté ahí todo el misterio…

    Por otro lado, el otro día «el eter» se comio la mitad de nuestro comentario, en lo que se comió veníamos a decirle aunque Vd. no tuviera interés en en saberlo que esos instintos tan desagradables para Vd. de Curra (y suponemos que de La Rubia también) vienen a ser la parte lobuna que les queda, puesto que al se el lobo un gran cazador es importante para elno descubrirse olfativamente hablando ante sus presas y se «disfraza» con los propios olores de estas… También le decíamos que puede ser que a Curra en concreto no le guste el olor del champú que utilizan y así trata de disimularlos… Con mucho éxito, por cierto.

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  3. Esa frase también la dice mucho mi madre. Cuando menos me gustaba es cuando estaba con amigos en casa y mi madre quería echarlos. En plan «simpático» soltaba esa frase y también la acompañaba de chasquidos o la empezaba con un «Ea». A mí me daba mucha rabia.

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  4. Es muchiíiisimo mejor tu descripción del mochuelo que la oficial. Creo que esa aportación debería merecer reconocimiento por parte de la academia de ciencias naturales. Mientras tanto, yo me la guardo para legarla a mis descendientes…

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