Viu sense viure en mi,
i tan alta vida espero,
que moro perquè no moro.
Visc ja fora de mi,
després que moro d’amor;
perquè viu en el Senyor,
que em va voler para si:
quan el cor li vaig donar
va posar en ell aquest rètol,
que moro perquè no moro.
No sé si será moro o no moro, pero hay por ahí un tal Víctor Cucurull que dice que Santa Teresa de Jesús era catalana de arriba abajo, o sea, completamente catalana. Así es que he acudido al traductor de Google para poder disfrutar de los famosos versos en su versión original, versos con los que abro el post de hoy.
Miren, yo me lo creo. Porque la historia hay que contarla como es. En el principio creó Dios los cielos y la tierra, o sea, Catalunya, y luego el resto de los habitantes de la tierra, que además de no ser catalanes, somos muy malvados, los fuimos invadiendo y ahí se han quedado los pobres, chiquititos y esquinados. O esquinats, no sé. Lo de Santa Teresa se explica perfectamente: los castellanos invadimos Avila, y como las desgracias nunca vienen solas, después de la invasión tradujimos a Santa Teresa, y el famosísimo moro perquè no moro devino en muero porque no muero, mucho más violento, dónde va a parar.
No queda ahí la cosa, que por lo visto Cervantes también era catalanísimo. Y miren, no me extraña. Si los castellanos fuimos capaces de invadir Avila, con esas murallas tan sólidas y solemnes ¿se nos iba a resistir Alcalá de Henares, esa ciudad sin importancia? Naturalmente que no. De hecho, yo me malicio que el brazo no lo perdió Cervantes en Lepanto, sino que fue en la guerra de la independencia catalana, luchando a brazo partido (perdonen la manera de señalar), contra los bárbaros castellanos que pretendían arrasar la ciudad, con la universidad incluida.
En fin, como el traductor de Google es gratis, y asumiendo que los madrileños somos mucho más roñosos que los catalanes – ya se sabe, unos cortan la lana y otros se llevan la fama – he vuelto a acudir a él para poder deleitarles con ese famosísimo principio del quijote (¿El Quixot?) en su lengua de origen:
En un lloc de la Manxa, del nom del qual no vull acordar-me, no ha molt temps que vivia un gentilhome dels de llança en drassana, adarga antiga, rossí flac i llebrer corredor…
Igual mañana me animo y les cuento la conquista de América, según cucu-rucu-cull, colomba…