– La semana pasada estuve comiendo con Alphonse.
– ¿Está en Madrid?
– Sí, claro. ¿Dónde quieres que esté?
– Pues en Pekin, ¿no?
– No, volvió hace un año o así.
– ¿Un año ya? ¿Y cómo está, qué tal le va?
– Bien, muy bien. Muy contento con su niña.
– ¿Su niña? ¿Pero no era un niño?
– El primero era un niño. Ahora ha tenido una niña, hace una semana.
– ¡Anda, no sabía! ¿Y ya se queda en Madrid entonces?
– No, en un par de meses se va destinado a Tokio.
– Pero qué barbaridad. Con tanta noticia voy a necesitar un bloc de notas…