Casillas en la muerte de Suárez

«Ha muerto Adolfo Suárez, un abulense».

Este era el tuit de un Casillas consternado ante la muerte de un señor al que sentía cercano. Cercano, sí, porque Cebreros está a escasos 50 kilómetros de Navalacruz, pasando por El Barraco. Y dado que Suárez le sonaba a gobernante, y por si acaso se metía en algún lío político, nuestro portero más transversal optó por el gentilicio, aunque él lo confunda con la amabilidad.

No se puede pedir a un portero de fútbol que sepa de todo, y menos teniendo poco más de 30 años. No ha sido el único que ha dicho tontadas por tuiter y en situaciones así, la mayoría siente que debe decir algo y acaba metiendo la pata. Dentro de todo, esto sólo revela ignorancia y paletez. Hay cosas peores.

Tal vez no todo es culpa suya: los enanitos que nos gobiernan, que son todos errores de casting de los partidos políticos, se han ocupado sobradamente de que se nos olvide a los españoles dónde estábamos antes de llegar Suárez. Y también, qué hizo aquel hombre. Sí, un tipo que venía del franquismo, un tipo al que puso a dedo el Rey. Pero habrá que reconocerle que, en poco menos de 7 años, pasamos de Franco a Felipe González, casi sin que nos diéramos cuenta. Y sin matarnos entre nosotros.

En fin, que para Casillas, todo eso lo hizo siendo abulense, con que figúrense qué no habría hecho si llega a ser de Móstoles. Claro que si el portero de la selección y de la Décima hubiera estado viendo a Manolo Lama y al otro Manolo en la Cuatro a esas horas, se habría sobresaltado al oír la noticia del fallecimiento de Luis Suárez. «Ha muerto Luis Suárez», dijeron. Y ése, Casillas, también sabe quién es: un gallego.