La forja de un rebelde, de Arturo Barea

La forja de un rebeldeEl libro que os comento hoy es un regalo que me hizo Paula por Navidad, y es el primero de una trilogía de Arturo Barea, en la que cubre su vida y recuerdos entre el principios de siglo XX hasta la Guerra Civil. Este primer tomo (La forja) está dedicado a su infancia y adolescencia, y sucede en Madrid. En los otros dos, Barea va a la guerra de África (La ruta) y posteriormente participa en la guerra civil (La llama), en el bando republicano, hasta que tiene que exiliarse.

Arturo Barea pierde a su padre cuando tiene cuatro años y su muerte deja a toda la familia en la miseria. La madre tiene que ponerse a trabajar de lavandera en el rio Manzanares, mientras ejerce de criada de unos familiares acomodados, que se encargan también de criar a Arturo, el menor de sus cuatro hijos. Y desde el recuerdo infantil, nos va contando cómo eran los colegios (y los curas), las costumbres, aquel Madrid miserable y aquella España rural embrutecida, aquella sociedad tan diferente a la sociedad que conocemos hoy, aunque no tanto en la burricie del personal como en la situación de precariedad y de inestabilidad con la que se vivía.

El libro es más descriptivo que narrativo, aunque al niño Arturo Barea le pasan cosas, desde luego. El niño va al colegio, de vacaciones al pueblo, se pone a trabajar primero de dependiente y después de meritorio en un banco, hereda una pequeña fortuna, quiere a su mamá y tiene que soportar a su tía. Pero me parece que lo interesante del libro es el retrato de la vida de la época y de la sociedad. No sólo la descripción del Rastro que colgué el otro día, o de Lavapiés (él habla de Avapiés), o en general de todo Madrid, en aquella época una ciudad necesariamente muy distinta de la que conocemos ahora, aunque… digamos que ya apuntaba maneras. También describe los ambientes de los cafés, las tascas, los viajes en diligencia a Méntrida y Navalcarnero (donde pasa el verano con su familia), las casas y corralas, o las  viejas buhardillas en las que vivían. Nos habla de antiguos oficios que ya no existen, por ejemplo uno que me hizo mucha gracia: el explicador, que era uno que explicaba la película muda en el cine. O cómo eran los trabajos en los bancos, o en los comercios, y cómo el movimiento obrero estaba organizado, pero no los empleados «de corbata y traje», que ganaban menos y trabajaban más pero que eran considerados «señoritos». Unas descripciones magníficas y muy interesantes de leer.

Una sociedad de supervivencia, miserable, irreconocible hoy en día, aunque no en todos los aspectos. Los personajes, sus reacciones (al estar en primera persona, Barea no puede contarnos sus pensamientos), son universales y atemporales. La envidia, la codicia, pero también la bondad, el cariño, la rectitud y la miseria moral se pueden reconocer también en la sociedad actual. Hoy, igual que hace un siglo, las familias se pelean por cuatro duros a repartir. Y también hoy, como hace un siglo, los españoles van detrás de unas andas y en verano torturan a los toros en los pueblos, para que la tradición no decaiga. Y en donde tampoco se ha cambiado es en la consideración social de los trabajadores con corbata, unos «señoritingos»…

Por lo visto, el libro fue publicado originalmente en inglés y no he conseguido saber si lo que he estado leyendo era la obra original del autor o una traducción (entre otras razones porque me he saltado un abusivo prólogo de unas 150 páginas). Por eso no acabo de entender los laísmos y leísmos que se pueden encontrar en el texto. Con todo, eso lo perdono más que el uso frecuente de la palabra «cacho», aunque eso es manía mía (es una palabra que no puedo soportar).

En fin, me ha gustado mucho, el libro está muy bien y no se hace largo aunque lo es. Además, en la edición que he leído (Editora Regional de Extremadura) vienen muchas notas al pié de página que acompañan muy bien al texto y explican incluso cosas que no te habrías preguntado. Un libro muy recomendable y más en esa edición.

Y yo me quedo aquí, en este primer tomo. Dejo los otros dos para más adelante, y cuando los lea, ya se lo contaré. Mientras tanto, veré una serie que se hizo de 6 capítulos y que está en la TVE a la carta, que ahora me apetece darme una vueltecita por la Primera Guerra Mundial.

5 comentarios en “La forja de un rebelde, de Arturo Barea

  1. Me gustaron muchos los tres libros. Me enganché y los leí uno tras otro.
    Junto con la trilogía de Baroja «La lucha por la vida» dan una visión muy buena de Madrid y de la sociedad española de comienzos del siglo XX.

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