Cuadernos azules, de Nuria Marugán

Cuadernos azules de Nuria MarugánHe tardado unos días en ponerme a escribir la reseña de este libro de Nuria Marugán. No es el suyo un libro para leer con prisas, ni para solventarlo en una tarde, a pesar de ser un libro corto, de poco más de cien páginas.  Una prosa cuidada, sencilla, emocionante, fabricada con pequeños detalles, con briznas de vida. De la hoja de un árbol, de un breve pasar de un pájaro, de una gota de lluvia, de un instante de sol que a todos nos pasaría inadvertido, saca todo un mundo de sentidos y sentimientos.

Cuadernos azules es el segundo libro que publica, aunque no estoy segura de que sea el segundo que escribe. Esta autora de Valladolid tiene otro libro publicado, Carta a Hedda, que reseñé aquí en su momento (CLICK) y que me encantó. Los cuadernos azules son un diario que va desde finales del 2009 hasta septiembre de 2012, resumido en pequeñas notas independientes y tituladas con palabras escogidas. Y como tal diario, necesariamente íntimo, nos va desvelando sus temores, sus tristezas, sus esperanzas y alegrías, sus sentimientos y sensaciones a lo largo de ese tiempo que va muy despacio, porque la autora se toma la molestia de mirarlo. Y lo hace con una escritura de muy alta escuela.

No es un libro divertido. Se atisba, detrás de la capacidad sensitiva de la autora, la tristeza, a veces el tormento, muchas veces la desolación de una vida en la que la autora advierte la crueldad, la fealdad, la frivolidad de los otros. Nos habla de su casa desvencijada y solitaria, en la que no deja que se marchiten las flores porque le trasladan a un ambiente decrépito y decandente; nos cuenta sus encontronazos con personas crueles, sus cruces con «hombres desnatados»; nos va relatando sus problemas de salud, su dolor físico; nos habla de las sombras de ayer, en las que se adivina un episodio de acoso (o algo peor)… Pero mientras nos cuenta todo esto, sabe encontrar la belleza de fondo (probablemente belleza es la palabra que más se repite en el libro), la emoción, la luz, la sencillez de las cosas. Las flores marchitas de pronto se han convertido en un precioso ramo renovado y fresco.

Nuria te hace sentir frío y consigue que creamos que, en algún cajón, tenemos guardado un cepillo de dientes mágico que nos devolverá alguna sonrisa perdida.

Le deseo mucha suerte en su carrera como escritora y espero, paciente, su nuevo libro (que por el ritmo que lleva, será dentro de un año).

PS: Os adjunto el enlace a la página web de Nuria Marugán. CLICK

8 comentarios en “Cuadernos azules, de Nuria Marugán

  1. Carmen, me ha emocionado el homenaje que le has hecho a Zambu, lo del cepillo mágico de dientes mágico suena cariñoso (y eso que viene de ti) Nuria lo hace siempre …presentarte la sombra para mostrar como puede «esperjer» la luz.

    Lo de esperjer ( o esponjar) es muy suyo… 🙂

    PD. Con permiso, Nuria, yo también he intuído ese acoso, o lamento …pero nunca lo cuentas. Bss!!

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    • Tomae: ¿Qué significa eso de «y eso que viene de ti»? 🙂 Lo del cepillo mágico está sacado de su libro.

      Esperjer… ¿No será espejear? ¿asperjar?

      Lo que sí usa en sus libros es esplender. Mira tú por dónde…

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  2. @tomae: se dice el pecado, pero no el pecador o al menos no de momento.
    @Curra: uso mucho «esplender» y hasta abuso. Tentada estuve de sustituir alguno, pero es que es un verbo tan bonito que no tuve corazón para hacerlo. 🙂

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