Lotería de Navidad

Tendría que decir hoy lo que siempre decía mi abuelo, y que yo recuerdo en el blog cada 22 de diciembre: no me ha tocado la lotería de Navidad por un número. Efectivamente, el gordo ha caído en el 62.246 y yo llevaba otro número.

Los amigos del poblachón solíamos jugar a la lotería de Navidad juntos, aunque lo dejamos de hacer hace un par de años. Mi amigo José Luis se ocupaba de comprar los décimos para todos, hasta que un buen año se cansó y nadie quiso darle el relevo, porque el encargo la verdad es que era un engorro. Nunca ganamos nada, salvo 15.000 pesetas de pedrea que nos tocó un año y que nos gastamos en una noche de farra. Aunque lo más divertido nos pasó en 2009, que quedamos unos cuantos a cenar unos días después del 22 de diciembre. Estábamos en mitad de la cena cuando mi amiga Merche sacó un décimo y dijo: ‘mirad, me ha tocado el gordo’. Naturalmente no la creímos, pero, previsora, sacó del bolso el periódico del día 22 y ahí estaba el número, que coincidía con el décimo que tenía en las manos: el 78.294 ¡El gordo de Navidad!

Gordo Navidad unmundoparacurraY ahora os podéis imaginar el alborozo. Y el alucine, claro. Y los comentarios. Y el nerviosismo de todos. Y es verdad que nos extrañaba un poco la serenidad y el aplomo que demostraba Merche mientras el resto nos pasábamos el décimo y el periódico de mano en mano («A ver, a ver, qué suerte, jolín qué suerte«), pero es verdad que mi amiga Merche conserva siempre la contención de la gente bien educada, que es una contención muy displicente para esto de ganar un saco de dinero de pronto.

Y así estuvo un rato, mirando cómo nos íbamos pasando el décimo de mano en mano. Y cuando consideró que ya todos habíamos dicho suficientes tonterías, soltó la bomba:

En realidad, si os fijais, pero hay que fijarse mucho, este décimo es del año pasado. Y por cierto que este número es el que jugamos todos los del Poblachón… Así es que podemos decir que nos  ha tocado la lotería con un año de retraso.

Luego Merche nos contó que el año anterior había decidido guardar un décimo cualquiera como recuerdo, por si acaso cambiaban los billetes de lotería (mi amiga Merche es así, no hagan muchas preguntas), y que por casualidad había guardado ése precisamente, y que casi le da un ataque al corazón cuando lo sacó confundido con los décimos de ese año para comprobar la lista del sorteo. Y claro que le pareció chocante que nadie la hubiera llamado para decirle que nos había tocado el gordo, pero por un momento se sintió como Merchitas, la heroína descubridora y portadora de las buenas noticias…

Desde luego, las casualidades existen, y el Gordo de Navidad es una de ellas. En fin, si mi abuelo decía que no le había tocado el gordo por un número, su nieta puede decir con mucha verdad que no le tocó el gordo por un año. Anda, que manda narices…

6 comentarios en “Lotería de Navidad

  1. Qué fuerrrteeee!!! Imagino el shock de tu amiga ganando la lotería y perdiendo minutos después. La leche.
    Os adelantasteis un año. Y no habéis vuelto a jugar juntos?, yo lo interpretaría como una señal de que vais por el buen camino jajajajaja.
    Un beso

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