Ya no sé cuándo era antes, pero antes yo leía al mismo tiempo dos o tres libros a la vez. Esto de tener las cosas al retortero es algo muy mío, cuando no median obligaciones. Y leer no es una de ellas. Y así, según el estado de ánimo con el que me acostara, escogía uno u otro de la mesilla.
Sin quererlo, al final yo misma ponía los libros a competir, y siempre había uno que salía perdiendo. El libro no era abandonado por mí, sino derrotado por otros libros, y volvía a la librería sin lograr la etiqueta verde pero sin tampoco haber merecido la roja, con una señal en ámbar que decía «me topé con grandes competidores, pero tal vez vuelva a tener mi oportunidad». No me digan que no queda lírico todo esto.
Nunca se me había ocurrido contar los libros que me he leído. Y mucho menos llevar una relación de lecturas, más allá de mirar mi librería un poco como el que mira lo que lleva acumulado en su plan de pensiones. Tú sabes que las lecturas se van posando, quedan ahí y salen luego, inesperadamente, cuando vuelven a tu conciencia las historias, las frases, los personajes, las ideas de vida que contienen los buenos libros, ya sea novela, ensayo o qué sé yo. Yo sigo el principio de que, para que sea útil, no debe haber una razón utilitarista para la lectura, del mismo modo que uno no se obliga a tener aficiones porque entonces dejan de ser aficiones y se convierten en otra cosa menos divertida.
En la mesa cero del Blasco, ND hace una reseña de cada libro que lee y luego, en Noviembre, consolida: nuestro amigo está en el entorno de 50- 60 libros al año. Modestino hacía la reseña de sus 7 libros de Noviembre como si tal cosa y Molinos no baja de los 5 en sus libros encadenados mensuales. La referencia que me gustaría que siguierais es la de las cifras, no ahora la de los lectores, que son muy diferentes y cuyas reseñas leo con atención aunque luego no sigo con fervor. Unas cifras que apabullan, y que me habían hecho preguntarme alguna vez por cuántos libros leería yo en un año. Un cálculo hasta ahora tan intuitivo como si me preguntan cuánto gasto en peluquería. Ni idea, pero bastante porque yo suelo ir mal peinada pero bien de color y con buen corte.
Como algunos sabréis, aparte del Club de lectura, yo participo en una tertulia sobre psicoanálisis y literatura que me «obliga» a leer un título al mes para después poder seguir la charla que tenemos sobre los personajes del libro. En diciembre del año pasado tuve que hacer una pequeña planificación de lecturas por tener coincidencias de fechas. Yo tengo cuidado con el tiempo porque soy muy proclive a perderlo, y hace años, un susto por planificarlo mal me costó un herpes que casi me deja sin cara. Esto y encapricharme de un «book journal» que compré cuando renové mi agenda anual me llevó a empezar a registrar desde diciembre del 2012 los libros que me iba leyendo. Y hasta hoy.
Así es que ahora que se va acabando el año, me dispongo a consolidar y cerrar. La sorpresa ha venido de varios sitios. Lo primero, la cifra, sin duda muy superior a la que yo habría imaginado, porque resulta que se llega a 40 sin hacer grandes esfuerzos y sin marcarse retos. Eso son más de tres libros al mes. Me parece razonable, pero yo nunca hubiera pensado que iría más allá de los 30, y esto me hace sospechar que tal vez gasto en peluquería un dinero cercano al derroche. Lo siguiente que me ha sorprendido es lo poco que abandono. Yo pensaba que abandonaba mucho, pero sólo han sido cuatro libros, aunque uno de ellos está más bien en el bando de los derrotados. ¿Será que el sentimiento de culpa engrandecía el número de libros abandonados en mi mente o es que la disciplina que proviene de saberme vigilada por mi propio control hace que abandone menos? Nunca lo sabré, aunque sospecho que es esto último porque… ahora leo los libros de uno en uno. Y por último, la lista de libros. Cuando repaso la lista de los que no he leído por «compromiso» me digo que tal vez debería haber escrito algún post más este año… Y que abandono adecuadamente.
Toda esta historia de llevar la cuenta en realidad se lo debo a la buena influencia de ND, o eso me parece a mí, y es algo que le debo agradecer. Y ya que la experiencia me ha resultado positiva, en 2014 me propongo copiarle todavía más y voy a hacer un post sobre cada libro que me lea. Y también sobre los que abandone, que seguramente serán los post más divertidos. Y también como él, y teniendo en cuenta que ya llevo más de tres años de blog, supongo que quedaré a salvo de cualquier sospecha de postureo.
Y a ver qué sale. Ea.