Resulta que me acerco a casa al mediodía y después de comer me siento a tomarme un té, mientras hojeo el periódico y oigo el informativo. Y estoy distraída, cuando de pronto levanto la cabeza y veo esto:
No me pregunten de qué estaban hablando, pero el titular me ha parecido la versión televisiva del «manzanas traigo». Así es que se me ha ocurrido poner este tuit:
Sí, ya sé: no era eso exactamente, pero qué quieren, yo estaba estupefacta. La cuestión es que ha empezado a bailar la Blackberry con retuiteos por doquier. Oigan, qué éxito. No les digo más que he tenido que silenciar los mensajes y notificaciones cuando he vuelto a la oficina, con lo que me gusta a mí oir el doble cling del mail, y el clap del whatsapp, y el tutú-tutú del SMS. A mí no me parece tan gracioso el tuit, si les digo la verdad. Me parecía más imaginativo este que he puesto a continuación:
Para mí esto es nuevo. En primer lugar, no soy capaz de ver ahora quién me contesta a algo cuando miro las menciones, porque hay una fila larguísima con los retuits. Y luego que prefiero no mirar el mail del blog, porque es donde van a parar las notificaciones de RT´s y favoritos, que no sé cómo hacer para que no lleguen. Habrá más de 350 mensajes, y los tendré que limpiar pacientemente. Así es que no me escriban hoy, por favor, que andaré muy ocupada.
¿Cómo se las apañan los tuitstars? Humm…