Informes, informes y más informes

Aquí de economía va a terminar opinando hasta el portero del Real Madrid, y si no al tiempo. Lo que ya no les puedo asegurar es si será el titular o el suplente, entre otras razones porque ya no se sabe quién es el titular y quién el suplente. Ya en su día, Guardiola hizo una incursión en la economía social, cuando dijo aquello de que lo importante no era que ganara el Barcelona, sino que había mucho paro. O lo mismo no dijo exactamente eso, pero por ahí le andaba. Y es que yo tiendo a olvidarme de las declaraciones cuando sólo se busca un momentito de notoriedad: para eso soy muy obediente.

De lo que le pasa a la economía española, aquí saca informes hasta el gato. La OCDE, el FMI, el BCE, la Troika, Bruselas, Estrasburgo, la Comisión, el Banco de España, el Círculo de Empresarios, la CEOE, el BBVA, la AEB, Draghi (que no es un organismo, pero lo parece), los de FAES, el CIS, el INE, el Ministerio de Economía, el de Hacienda, el de Empleo, el de Agricultura, el de Fomento, Cáritas Española, los de KPMG, la CNMV, los sindicatos, la FEB, el Financial Times, y la secretaria de Pedro Jota a partir del resumen del Expansión. Lo único que se precia para que un informe tenga su rato de gloria es que no coincida con ninguno que anteriormente se haya publicado. Por lo demás, cuanto más opciones tenga de ser resumido en un par de frases, mejor.

Y esto en cuanto a informes, que luego están las declaraciones de todos los personajes que van desfilando por las televisiones y las radios y haciendo declaraciones a diestro, a siniestro y a troche y moche. Si vds se fijan, la mayoría de los declarantes tienen los labios finos, son calvos y llevan gafas, y si no se han fijado es porque, realmente, son calvos, llevan gafas y tienen los labios finos. Con la excepción de Draghi, al que sólo le falta el micro para convertirse en la rana Kermitt, y del Ministro Guidos, que a veces nos regala su presencia con un grano rojo en la nariz que le acerca los laborables a Pompoff y los feriados a Teddy, el resto son personajes olvidables que dicen una cosa hoy y mañana pueden decir la contraria y hasta parecer un concursante de Masterchef, y ustedes no se dan cuenta ni aun en el improbable caso de que repitan corbata, y ya no digamos si repiten informe. Ah, y se me olvidaba mi personaje preferido: Christine Lagarde, a la que se le va a caer el pelo por un sospechoso affaire justo ahora que le estaba creciendo una media melena de lo más aparente, después de años haciendo carrera con un peinado a lo garçon que le acercaba virtual y virtuosamente a los calvos con gafas, de labios finos pero con una mala leche de tomo y lomo. O de diestro y siniestro, que también.

A mí hace mucho que dejaron de marearme. Hay en todas estas declaraciones un poso de impostura que tiene que ver más con la ucronía que con la utopía, y más con la diarrea que con la berrea. Vds sigan a lo suyo, que todo esto no tiene la menor importancia y tal vez cuando por fin se callen todos, habremos logrado sobrevivir. Y si no, espero que en la Eternidad alguien les ponga un esparadrapo en la boca y les dispense un diazepam, para que se relajen.