Jordi Alba es un jugador del FCB que quiso celebrar el gol de Messi el pasado sábado con la grada del Bernabéu. Y para ello, sacó su dedito a pasear, tal y como ven en la foto de la izquierda. Como buen meritorio de los valores de la Masia y de su inmaculada beatitud, ha tenido que aclarar qué quería decir, como si no pudiéramos entenderle en Madrid, tierra de chulapos. Y como excusa, nos dice que su dedo no era el corazón, sino el índice, y que lo que quería decir es que Messi es el número 1. Y no sé yo qué es más insultante para la grada del Bernabéu, la verdad, si que le hagan la peseta devaluada o que le señalen a lo tonto (léanme bien, que he dicho a lo tonto, no al tonto).
Ay, el hipocritilla meritorio. Querido Jordi, lo que importa no es el dedo que se use, sino lo que se diga con el dedo. Y con un dedo, aunque sea el índice, se pueden querer decir muchas cosas. A ver, te lo voy a explicar, tú atento:
Esto es decir «tú»:
Esto es decir «te lo advierto»:
Esto es decir «Me llamo Bond»:
Esto es decir «Uno»:
Y esto es un «doigt d’honneur», te pongas como te pongas:
Ay, el hipocritilla meritorio.