Querido Melchor.
Te escribo para pedirte algunas cosas que me gustaría tener y que no se pueden comprar. Eso me parece, porque he buscado en todas partes, incluso en El Corte Inglés, y nada. Hace ya muchos años me dijeron que los reyes eran los padres, pero yo no me lo acabo de creer porque también me habían dicho que no había nada más rápido que la luz, pero ahí está el neutrino. O estaba, porque para cuando quieres verlo, ya se ha ido corriendo…
Yo quisiera pedirte poder leer el periódico sin llevarme disgustos. Y poder ver los telediarios sin estar deseando que salga el hombre del tiempo, que es el único que no manipula las noticias. Y también, me gustaría escuchar la radio por la mañana sin llevarme las manos a la cabeza. Son tres cositas sencillas y pienso que baratas. Si no os pido que aligeréis el paro es porque creo que eso ya os lo habrán pedido cerca de seis millones de personas, y porque vosotros ya hacéis bastante. Por el consumo y eso, lo digo.
He sido muy buena. He querido mucho a mi familia y amigos. He tratado de obedecer a mi jefe y lo he logrado en un 50% de las ocasiones sin protestar mucho. He pagado muchos impuestos este año después de producirlos pacientemente cada día. Ah, y ya no llamo «bobalicón» al presidente del Gobierno. A este nuevo sólo le llamo «con».
Bueno, haz lo que puedas, yo supongo que estás con mucha tarea estos días. Si eso, ya pongo yo los 40 Principales.
Carmen