Puesto que estamos en el blog, hoy celebraré tres cosas buenas que me han pasado este año gracias a él. Elijo tres sin ninguna dificultad, porque resaltan por encima de cualquier otro acontecimiento bloguero que me haya podido pasar.
El primero es la llegada a casa de Wilma, una encantadora perrita que me regalo una buena amiga de este blog y bloguera a su vez, a quien no hubiera conocido sin tener abierto Un mundo para Curra. Wilma ha hecho a Curra mejor todavía (¡¡y lo digo sin segundas!!). Y Wilma también ha contribuido a compensar a mi familia con su alegría, en un 2012 en el que, con sólo una pena, hemos cubierto toda una vida.
El segundo trata de las personas que he podido conocer gracias al blog. Porque sí, está Twitter, pero sin la cabecera de playa que proporciona el blog yo pienso que no hubiera sido posible. De la tribu virtual a la reunión en 3D, el corazón se ensancha cuando tiene que hacer sitio a nuevas amistades, y personas a los que antes imaginaba con un dibujo ahora puedo llevar en mi mente con una sonrisa y con una buena palabra. Personas que son tal y como esperaba, porque el medio escrito es transparente y dice mucho de nosotros. Desgraciaito, Anniehall, Bicheo, Novio, Sheldon, Newland23… Por fortuna, tengo un nick que aporta algo de racionalidad a ese conjunto de nombres disparatados que desde luego no utilizan cuando reservan en los restaurantes. Yo espero que el grupo se pueda ampliar al año que viene, Doodle mediante, aun a riesgo de que el grupo parezca una pandilla cósmica al recitar a sus componentes de corrido.
Y el tercero es el crecimiento de los lectores del blog. No es tanto la satisfacción que proporciona la estadística como el sentirme cada vez más leída y acompañada. Las personas que me conocen bien saben que detesto los seguimientos, y que me interesan los acontecimientos. Como yo digo a menudo «tanta curva y tanto gráfico, y ni una idea nueva». Pues eso, a seguir, que cada vez somos más los que nos lo pasamos bien con este juguete.
Feliz 2013 a todos.