– Mire, tiene que tomar estas gotas disueltas en agua unos veinte minutos antes de irse a dormir.
– Ajá… Veinte minutos antes…
– Sí. Tiene que echar cuarenta gotas en el vaso.
– ¿Cuarenta gotas dice?
– Sí, sí, cuarenta gotas.
– Y tengo que contarlas, claro. Así, una, dos, tres, cuatro… hasta cuarenta.
– Sí, hasta cuarenta.
– Ya… Pues no sé si prefiero contar ovejitas…