Yo tengo últimamente una agenda Colacao. Y vds se preguntarán qué es una agenda Colacao. ¿Color chocolate? ¿Una agenda de publicidad de la marca? ¿Una agenda que sabe a cacao? Pues no. Se trata de una agenda con grumos. Voy a ver si consigo explicarme.
Una agenda sirve para ordenar las cosas que hay que hacer en el tiempo. Imaginen tres días completamente vacíos dentro de dos semanas. Y de pronto, surgen 2 solicitudes de reunión con mucha gente implicada, ambas para un espacio de tres horas, superponiéndose al comienzo y al final y con viaje de por medio. Tienes el día anterior y posterior sin agenda, incluso la tarde liberada, pero las citas se quieren colocar a la vez. A esto le llamo tener un grumo. Y como últimamente se me hacen muchos grumos, mi agenda me recuerda a un Colacao con leche fría.
Hoy se lo he comentado a mi querida E., que es la dueña de mi tiempo, y me ha reprochado el símil porque ella se siente como una cucharilla para eliminar los grumos y no le parece agradable estar venga a remover y remover. He estado tentada de decirle que también se pueden aplastar los grumos contra la pared del vaso, pero ante el riesgo de que me dijera que me apañara yo con mis grumos, he preferido callar y dejar que siguiera removiendo. Entonces ha intervenido S., que tiene buena parte de culpa en la creación de los grumos para decir que el asunto se resolvería si yo utilizara leche caliente o si comprara Nesquik, a lo que le he tenido que contestar que si ella no echara tanto Colacao de golpe en el vaso, E. tendría menos problemas para deshacer los grumos.
Y en esas estábamos cuando ha llegado el gran grumete de mi agenda Colacao. Soy una víctima de los mercados.