Festivos

Los madrileños nos encaminamos hacia un nuevo puente. Esta vez San Isidro Labrador, patrón de Madrid. No nos falta de nada. Tenemos patrón y patrona, y cuando falla uno de los dos, el Santo delega en su señora esposa, Santa María de la Cabeza. Una fiesta por cierto que da mucha pereza, porque es en septiembre y lo normal es estar ya hasta la pinza de vacaciones.

En una ocasión, hace unos años, cenaba yo con unos colegas franceses. En la mesa estaba sentado también el presidente de la compañía, un tipo de mundo bastante circunspecto pero muy agradable. Y entonces salió el asunto de los días festivos en cada país. Un alsaciano bastante garrulo, que yo creo que el único país extranjero que conocía un poco era Alemania (este comentario es con mala uva), dijo que estábamos todo el día de fiesta. Y encima, que nos pasábamos la vida de procesión. Yo se lo discutí y le amenacé con demostrarle que no tenía razón. Cuando volví a la oficina, comparé su calendario laboral con el mío, y les mandé el resultado por e-mail al Presidente y al cretino aquel. Yo no suelo amenazar en vano…

Veamos. Ellos tienen, como nosotros, Navidad, Año nuevo, Pascua (lunes), el Primero de Mayo, la Virgen de Agosto, y Todos los Santos. Y luego celebran la Ascensión y Pentecostes, ambas en Mayo para poder surfear a gusto. Nosotros preferimos celebrar la Epifanía (mucho más chic) y la Inmaculada, que es más solemne y de mayor categoría. O sea, que lo de pasear santos… Ellos tienen su fiesta nacional de corte histórico (la Toma de la Pastilla, que dice mi amigo Alfredo) igual que nosotros celebramos el Descubrimiento de América, mucho más beneficioso para la humanidad puesto que de allí vino la patata, el chocolate y el tabaco. Y después los españoles celebramos nuestra Constitución, algo muy democrático y pacífico. Vale. Pero los franceses, como se han dedicado a pelearse con el mundo, celebran el fin de las dos guerras mundiales: el 8 de mayo la Victoria de 1945, y el 11 de Noviembre el Armisticio de 1918, y no sé si le cambian el nombre para no confundirse de guerra o de alivio. Y hasta aquí, las fiestas nacionales, en donde empatamos. Como nosotros tenemos tres fiestas locales (dos del municipio y una de la comunidad), el saldo aparente es de tres. Pero hay que desconfiar: un país que celebra la abolición de la esclavitud en la Guayana, la Guadalupe y la Martinica seguro que encuentra motivos para no ir a trabajar algún día perdido. Que ya lo tengo yo dicho: estos franceses son capaces de todo.

Pero sobre todo hay que mirar otras cositas. Los franceses tienen una cosa que se llama RTT que es la compensación por la jornada de 35 horas semanales, decretada por los socialistas hace unos años. Cuando yo trabajaba allí, tenía 45 días laborables de vacaciones, 11 de los cuales eran RTT. Como me decía mi madre: «hija, igual te engañan con el sueldo, pero lo que es con las vacaciones…«. Y para terminar, está la estrategia, claro. Su mes de mayo tiene 4 festivos nacionales…

Lo que sí es verdad es que en España el calendario laboral es un follón de mucho cuidado. Pinchen en este enlace y ríanse o lloren: se necesita media World Wide Web y un GPS para explicarlo. Pero que no nos mareen por ahí fuera, que unos se llevan la fama…

PS: Esta entrada está actualizada el 11 de Mayo, día de San Anastasi, gracias a un oportuno comentario en el que me corrigen.